Existe un órgano que se encarga de mantener el equilibrio, actuando como un filtro que elimina los desechos del organismo: el riñón. En otras palabras, es como un colador que está funcionando todo el tiempo para que el cuerpo se mantenga en buen estado.
Detalladamente, este se encarga de filtrar la sangre; eliminar desechos y exceso de líquido; mantener un equilibrio en el cuerpo; controlar la presión arterial; estimular la médula ósea para que produzca glóbulos rojos; eliminar el ácido que producen las células del cuerpo; y equilibrar el agua, sales y minerales.
David González Guzmán, médico y gerente de modelamiento preventivo de IST, dijo que “cuando hablamos de prevenir el daño en los riñones, lo que queremos es prevenir la insuficiencia renal, que ese es el nombre que tiene esa patología, insuficiencia renal crónica”.
“Es una enfermedad muy importante porque, al final de cuentas, puede llegar hasta a afectar un 10% de la población en todo su espectro, desde las que son más leves hasta las personas con una insuficiencia renal muy avanzada que terminan en diálisis o trasplante”, profundizó.
Insuficiencia renal: una enfermedad silenciosa
Esta enfermedad ocurre cuando los riñones no pueden cumplir sus funciones, lo que produce que una persona acumule líquidos y toxinas en el cuerpo. Sin embargo, se presenta de forma silenciosa, hasta estar en una etapa avanzada.
Al respecto, el gerente de modelamiento preventivo de IST explicó que “los riñones normalmente funcionan a más del 200% de la capacidad que uno tiene. Por eso una persona sana puede donar un riñón y con uno seguir viviendo sin mucho inconveniente, con una vida casi perfectamente normal”.
“El tema está en que para llegar a tener insuficiencia renal se tiene que dañar cerca del 80% del riñón. Entonces, la insuficiencia renal no es algo que uno comience a sentir inmediatamente, sino que cuando uno ya la siente, es cuando la persona está en condiciones avanzadas. Así que la forma más adecuada de poder detectarla es con exámenes”, agregó.
Hábitos como automedicarse, condimentar los platos con exceso de sal, no llevar un estilo de vida saludable y no tratar algunas enfermedades a tiempo son las principales causas de una insuficiencia renal.
Recomendaciones para cuidar el riñón
-Controlar la diabetes: una de cada tres personas con diabetes presenta daño renal, debido a que los índices elevados de azúcar dañan los pequeños vasos capilares.
“El riñón, uno se lo tiene que imaginar, que es como una suerte de muchos, muchos pequeños vasos por donde se está limpiando la sangre y que estos, con los niveles altos de azúcar, se terminan tapando, rompiendo, inflamando y eso hace que pierda su función”, puntualizó el ejecutivo”.
“Lo podemos limitar con el manejo adecuado de la enfermedad de diabetes, con las medicaciones y la incorporación de insulina en los momentos que corresponda y manteniendo el régimen propio para esa enfermedad”, reveló.
-Controlar la hipertensión arterial: según detalla el experto, aproximadamente una de cada cinco personas con hipertensión arterial -debido al mal control de la enfermedad- padece luego de daño renal crónico.
“La hipertensión, al tener demasiado elevada la presión que hay también en los capilares, lo rompe y, con esto, se daña esta función de ir limpiando la sangre (…) y al dañarse el riñón no funcionar bien, eso hace que la presión suba, entonces como un círculo. Por eso es necesaria la detección temprana de diabetes y tratamiento específico para la hipertensión”, aseveró Guzmán.
En ese sentido -según Mayo Clinic– en caso de tener hipertensión, es relevante asistir a controles de salud y seguir las indicaciones señaladas por el médico.
-Controlar consumo de sal: incluir demasiado sodio (más de 2 gramos al día) en las comidas sobrecarga los riñones, haciéndolos trabajar más de la cuenta, lo que, además, contribuye a la hipertensión. Por ello, es recomendable reducirlo, evitando alimentos ultraprocesados y con alto contenido de sodio.
El gerente de modelamiento preventivo de IST reveló que “la mayor ingesta de sodio se está dando por los alimentos ultraprocesados, como conservas, o comidas que pueden durar mucho tiempo. Se les agrega sodio como preservante, eso hace que uno de repente esté comiendo cosas que ni siquiera tienen sabor salado y por la cantidad de sodio uno potencialmente puede estar ahí”.
-Evitar consumo excesivo o prolongado de antiinflamatorios: si son consumidos regularmente, sin supervisión médica, pueden derivar en una insuficiencia renal. Por eso, si se tiene un dolor persistente, es aconsejable asistir al médico para ver el origen de la molestia y conseguir una terapia adecuada.
“Cuando las personas se automedican, tienden a comprar en diferentes lugares, en la farmacia, en la feria, en cualquier lado, se toman antiinflamatorios todos los días y eso daña el riñón”, afirmó.
-Llevar un estilo de vida saludable: en ese sentido, el riñón funciona mejor con agua, por lo que se debe beber por lo menos dos litros de agua al día. Sumado a esto, no es recomendable beber alcohol, ya que este hace al riñón trabajar más y deshidrata. El experto recomienda no fumar, ya que eso introduce en el cuerpo demasiadas sustancias tóxicas que contribuyen al daño renal.
“Lo importante es el control preventivo, el control preventivo se hace con exámenes, de sangre, con exámenes de orina, y estos son para las personas que tienen diabetes, hipertensión, en general para cualquier persona que ya supera los 40, 50 años dentro de los chequeos regulares que uno debe tener, es, lo decía, filtración glomerular y también la microalbuminuria”, manifestó el médico.