Se puede decir que los productos libres de gluten se han puesto de moda y hoy en día la oferta es mucho más variada, lo cual ha favorecido a las personas celíacas (que tienen intolerancia al gluten). Pero ¿De qué se trata esta dieta?
El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, centeno, cebada y en las variedades híbridas de dichos cereales, según reporta la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Cuando las personas que sufren la enfermedad celíaca consumen gluten – contenido en panes, pasteles, pastas, etc.- su sistema de defensa reacciona atacando las paredes del intestino delgado con lo cual éstas no pueden absorber bien los nutrientes presentes en los alimentos. El problema se desencadena incluso al ingerir cantidades pequeñas de gluten. De acuerdo a un artículo del Departamento de Salud de la Universidad de Harvard, sólo 50 miligramos de dicha proteína son suficientes para causar dificultades.
Algunas consecuencias de no realizarse un tratamiento adecuado es que se retrase el crecimiento en los niños, padecer deficiencias nutricionales, anemia, osteoporosis, diabetes y cáncer intestinal, según reporta la FDA. Cambios en la dieta es la única forma de controlar esta enfermedad, ya que no existe una cura.
De acuerdo a la Clínica Mayo, además algunas personas pueden tener una reacción alérgica al consumir gluten –condición conocida como sensibilidad al gluten no celíaca- por lo tanto, es posible que también se beneficien con una dieta libre de esta proteína.
Para definir cualquiera de estas dos condiciones (enfermedad celíaca y sensibilidad al gluten no celíaca) es necesario un diagnóstico médico. Especialmente porque una dieta libre de gluten podría tener contraindicaciones para quienes no padecen estos problemas.
“Muchos individuos están escogiendo productos sin gluten, esperando que sea la dieta que resuelva cualquiera de los problemas que tienen, pero de hecho esto podría hacerles daño. Recomendamos que las personas consideren adoptar una dieta sin gluten luego de un diagnóstico de enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca”, según explicó Melinda Dennis, Coordinadora de Nutrición del Centro Celíaco Beth Israel Deaconess en Boston, en entrevista con el sitio web de dicho organismo.
Incluso para las personas que requieren de una dieta libre de gluten, ésta podría ser perjudicial si no es monitoreada por médicos. La razón es que es baja en Vitaminas B, hierro y zinc, además es rica en almidones de tapioca y papa y harina de arroz, elementos bajos en fibra que se añaden para mejorar la textura y el sabor de dichos alimentos. “A parte de ser pobre nutricionalmente, muchos pacientes que vemos terminan constipados porque podrían estar consumiendo carbohidratos refinados en mayores cantidades. Aquello también los puede dejar sin sensación de saciedad”, aseguró Dennis.
Para el doctor Daniel A. Leffler, director de investigación clínica en el Centro Celíaco Beth Israel, adoptar una dieta libre de glucosa sin que se sufra de ninguna de las dos condiciones mencionadas anteriormente, también implica gastar más dinero, sin que necesariamente se beneficie su salud, ya que estos productos tienen un precio más elevado, según reporta un artículo de la Universidad de Harvard.