Deshidratación: 13 signos de que necesitas consumir más agua

Nuestro cuerpo está constantemente perdiendo agua a través de la respiración, el sudor y la orina. Cuando eliminamos mucho líquido el cuerpo se desequilibra y se deshidrata. Las consecuencias de esto pueden variar desde experimentar calambres, sentirse mareado hasta poner en riesgo la vida.

Tener sed no es el único y más infalible indicador de que el cuerpo necesita más agua, ya que muchas personas no se sienten sedientos hasta que ya están deshidratadas. Por lo mismo, es importante aumentar el consumo de líquidos en los días de calor o cuando se está enfermo.

De acuerdo al sitio WebMd algunas causas de la deshidratación son tener fiebre, estar expuesto a altas temperaturas, hacer demasiado ejercicio, sufrir vómitos o diarrea, padecer diabetes, no tener acceso a agua potable y tener heridas en la piel como quemaduras (ya que se pierde agua a través de éstas).

Algunos síntomas que podrían indicar que necesitas consumir más líquidos y que posiblemente estés sufriendo deshidratación son los siguientes:

1- Tener la boca seca y la lengua inflamada

2- Sentirse sediento

3- Sensación de mareo o debilidad

4- Sentirse confundido

5- Experimentar desmayos

7- Tener palpitaciones

8- Orina más concentrada y de color oscuro, así como también disminución en la cantidad y frecuencia

9- Dolor de cabeza

10- La piel se vuelve más seca

11- Mal aliento

12- Los ojos se ven hundidos

13- Calambres musculares

La deshidratación extrema es una condición seria, por lo cual es importante buscar asistencia médica si se experimentan vómitos, fiebre alta, diarrea por más de dos días, pérdida de peso, confusión y mareos.

Además, de acuerdo a la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, hay individuos que son más vulnerables como los niños y bebés que además no siempre saben avisar que sienten sed. Otro grupo de riesgo son los adultos mayores, debido a que con la edad las reservas de líquido del cuerpo son más bajas y la sensación de sed es menos clara, además algunos adultos mayores no tienen la capacidad de obtener agua por ellos mismos. Las personas que están resfriadas o sienten dolor de garganta también son más propensas a deshidratarse, ya que tienden a comer y beber menos. Por último, quienes trabajan o ejercitan al exterior tienen un riesgo más alto, ya que es posible que el cuerpo aumente su temperatura y necesite más líquidos.

 


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