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Depresión estacional: cómo la falta de luz solar afecta el ánimo en invierno

Con el invierno, los días son más cortos y aumenta el frío. Con eso, muchas personas eligen quedarse en casa antes de salir al exterior a realizar panoramas. Si bien para muchas personas esto puede ser solo una elección, para otras se puede deber a algo más profundo: la llamada depresión estacional.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH, por sus siglas en inglés), el trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que se caracteriza por un patrón estacional recurrente, con síntomas que pueden durar hasta 5 meses en el año,  comenzando en otoño

El médico y gerente preventivo de modelamiento del IST mutualidad, David González Guzmán, explicó que “es bastante frecuente que todos tengamos algún nivel de sensibilidad estacional, nos afecta que haya más o menos luz. En el invierno, generalmente, nos tira un poquito más hacia abajo y en el verano más hacia arriba. Cuando este bajón impide o dificulta el desarrollo de la actividad cotidiana, se puede llegar a configurar un trastorno afectivo estacional o depresión invernal”. 

¿Por qué se produce la depresión estacional?

Si bien aún no se ha encontrado una causa determinante de la depresión estacional, se ha identificado que esto se debe principalmente a la falta de luz natural. Según el NIMH, los estudios indican que las personas con trastorno afectivo estacional invernal, tienen descenso en sus niveles de serotonina, una sustancia química en el cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo. 

Así como la serotonina se encarga de mantener a las personas “activas”,  la melatonina que se libera con la oscuridad induce el sueño, lo cual puede ocurrir de forma excesiva en esta afectación. De esta forma, en las personas con trastorno afectivo estacional, los cambios de luz alteran de forma excesiva los ritmos diarios, lo que afecta el sueño, el estado de ánimo y el comportamiento. 

González especificó que las causas por las que se produce puede ser de diversos factores “pero lo principal sería la falta de exposición a la luz. Con ella se activan ciertos mecanismos dentro del cerebro que permiten la adecuada regulación de serotonina, melatonina y, la exposición del cuerpo al sol, vitamina D. En invierno, disminuye serotonina y vitamina D, en tanto sube la melatonina,  generando las condiciones para una depresión estacional”.

Síntomas

Muchas veces -sobre todo la primera vez- la depresión estacional suele confundirse con un cuadro depresivo general. Sin embargo, hay ciertas características que la diferencian.

El experto puntualizó que “se caracteriza por la tristeza, ansiedad, una sensación como vacío, desesperanza, dificultad para concentrarse, y falta de energía y de interés en las cosas que a uno le gustan. Es como depresión, sumando un par de características propias”.

Respecto a las los signos que la diferencian, según González, están “dormir demasiado, estar con sueño durante parte importante del día, comer en exceso -y en particular carbohidratos, masas, pastelitos y cosas así- y tener un retraimiento social (…) es como si quisiéramos hibernar: comemos mucho, dormimos, y no tenemos ganas de hablar con nadie”. 

En el estudio del NIMH, se explica que algunas señales de alerta de que alguien está pasando por eso tienen que ver con sentirse triste, ansioso o “vacío” la mayor parte del día, casi todos los días, durante a menos dos semanas; sentirse desesperanzado o mostrarse pesimista; tener sentimientos de irritabilidad, frustración o desasosiego; sentirse culpable, inútil o impotente; perder interés o no sentir placer en pasatiempos o actividades; tener menos energía o fatiga.

Otras de estas son dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones; cambios en el sueño, apetito o peso; dolores o molestias físicas sin una causa.

Prevención

Para prevenir esta patología, se recomienda exponerse a la luz del sol, en especial en las mañanas, abrir todas las cortinas y ventanas posibles para que el cerebro tenga las señales de que empezó un nuevo día y debe activarse. También es importante controlar los niveles de vitamina D, para evaluar si es necesario suplementarla. Además, una buena forma de aumentar los niveles de serotonina es hacer ejercicio.

Por otra parte, en la noche se debe dormir una cantidad de horas adecuada y evitar interactuar con luces, especialmente pantallas con luz azul como la de celulares, ya que eso altera los niveles de melatonina. 

En caso de detectar síntomas de depresión estacional, lo más recomendable es visitar al médico o psicólogo para que realice los exámenes y evaluaciones correspondientes y así se determine el diagnóstico.