Ante incremento de casos en la última década: consejos para prevenir y abordar el acoso escolar

Ante incremento de casos en la última década: consejos para prevenir y abordar el acoso escolar

Un reporte de la  Defensoría de la Niñez, manifestó que la situación de acoso escolar ha “empeorado significativamente”. Para complementar, según cifras del Centro de Estudios Públicos (CEP), en la última década -de 2012 a 2022- el porcentaje de estudiantes que reporta victimización frecuente aumentó del 11% al 19%, lo que aumentó con la pandemia. 

En detalle, las agresiones verbales y sociales son las más prevalentes y las que más han crecido y las mujeres son quienes más han visto un aumento en la victimización, casi duplicando los niveles en dicho período.

Romy Gliewe, gerente de desarrollo y experiencias de aprendizaje del IST (Instituto de Seguridad del Trabajador), especificó que “las escuelas son espacios sociales permeables al mundo externo, por lo tanto, necesitamos mirarla como una reproducción de lo que nos pasa en la sociedad en general”. 

“Lo que las escuelas se encuentran enfrentando, en términos de la violencia, es lo mismo que estamos enfrentando a nivel de sociedad (…) por lo tanto, requiere ser mirado con un enfoque sistémico”, agregó.

Cómo actuar ante el acoso escolar

Hoy en día, los tipos de acoso escolar más comunes tienen relación con estudiantes; también, se pueden dar de estudiantes a profesores o equipos educativos; de apoderados a equipos educativos; de profesores a estudiantes; o a infraestructuras también. Estos, por otra parte, se dan de diversas modalidades, que pueden incluir manejo de armas, cyberbullying y otros.

Desde la organización explicaron que “cuando enfrentamos un conflicto con otra persona, tenemos la tendencia a alejarnos, a desaprobar y/o rechazar a esa persona, generando cada vez una distancia mayor, que se va volviendo más difícil de abordar”. 

“Necesitamos aprender a conversar de esas diferencias en una base de respeto por el otro, aprender a escuchar y comprender el punto de vista del otro, a veces con el objetivo de llegar a acuerdos, a veces no y simplemente genera mayor empatía con la mirada del otro. Generar estos espacios es tarea de todos, tanto de los equipos educativos, como de los apoderados, así como de la sociedad, en general”, aseveraron.

Eso no solo tiene como consecuencia el bienestar de los afectados, sino que también su desarrollo académico y social. Por eso, desde el IST -con su campaña “Convivir Amablemente”, enmarcada en la llegada de la Ley Karin- buscan difundir consejos para sobrellevar las diferencias, promoviendo la conversación, escuchar, empatía, respeto y calma.

En ese sentido, la ejecutiva de IST recalcó que “entendemos que el conflicto es parte inherente del convivir, necesitamos de las diferencias para poder avanzar como sociedad. Pero tenemos un gran desafío, que es aprender a resolver los conflictos y las diferencias en la base del respeto mutuo, la equidad y espacios libres de violencia”. 

“En IST, una de las formas en que hemos estado abordando esto es trabajando con los equipos educativos y desarrollando competencias relacionales para el cuidado de estos. Significa desarrollar un programa donde el foco está puesto en las conversaciones, el convivir ocurre en las conversaciones cotidianas. Entonces, los invitamos a mirar, qué conversaciones estamos teniendo hoy día, que sirven para promover espacios de convivencia más sana, qué conversaciones necesitamos fortalecer, implementar o incluso, eliminar cuando nos hacen mal”.

En el marco de dicha campaña, IST ha tomado medidas para apoyar a los establecimientos adheridos en la implementación del protocolo ministerial CEAL-SM, una herramienta diagnóstica obligatoria que mide 12 dimensiones psicosociales en el ambiente laboral escolar, incluyendo la detección de situaciones de acoso o violencia. 

En cuanto a la prevención de acoso escolar, Gliewe destacó que uno de los ámbitos del desarrollo a fortalecer en las comunidades educativas, es la de la emocionalidad.

“Es decir, promover en el aula momentos donde poder preguntar y contar cómo se sienten; reconocer sus emociones, ponerle palabras a eso que sienten, aprender a gestionar lo que me está pasando, incluso ocupar la respiración como mecanismo de regulación”, mencionó.

“Es súper importante a lo mejor antes de entrar a una conversación que yo sé que va a ser difícil, respirar profundo; o antes de entrar a la sala a hacer mi clase. Otro componente importante que podemos aprender es sobre la dimensión corporal. Cuando tenemos conversaciones tensas, por ejemplo, el evitar usar gestos corporales que muestren algún signo de rechazo, de desaprobación, son importantes para evitar despertar malestar en el otro, que pueda ir escalando”, enumeró.

En este contexto, la experta hace un llamado a estar atentos a señales tempranas de violencia, tanto físicas como emocionales, recalcando la necesidad de abrir espacios de escucha y contención, además de identificar los momentos donde se requiere activar protocolos internos y no enfrentar estos episodios en solitario: “la colaboración y el trabajo conjunto como equipo educativo, son claves para evitar daños mayores”, aseveró.

Además, destacó la relevancia de “escuchar al otro para entender bien lo que le pasa, que el otro pueda sentir que tiene un espacio de ser comprendido; y finalmente, poder conectar con los espacios institucionales de apoyo que corresponda para poder abordar esa situación de manera oportuna y de manera adecuada”. 

Si se presencia acoso escolar, desde la organización se enfatiza en la relevancia de pedir ayuda, seguir los protocolos del establecimiento de forma oportuna, para evitar que el caso de violencia escolar aumente.