En estos meses de frío y lluvia, son muchos los que probablemente optarán por quedarse en casa en vez de hacer actividades en el exterior.
Es así como uno de los panoramas que puede ser más atractivo es el de jugar videojuegos, los que gozan de mucha popularidad ya sea en grandes y chicos.
No obstante, los expertos señalan que si bien las consolas pueden ser una alternativa válida para entretenerse y despejar la mente, su uso excesivo puede generar algunos problemas en la salud.
Uno de los primeros efectos desencadenados por la adicción a los videojuegos, es que las personas dejarán de realizar otro tipo de actividades, como por ejemplo el ejercicio, lo que puede promover un estilo de vida sedentario.
De hecho son muchos los niños los que cada vez optan por objetos tecnológicos antes que juguetes tradicionales.
Otra consecuencia directa de esto, es que al estar por largas jornadas en la pantalla, los jugadores preferirán alimentarse de comida rápida antes que otras opciones más saludables. Esto se puede traducir en aumentos en los niveles de colesterol o hipertensión.
¿Qué ocurre si alguien no logra pasar una etapa dentro del juego? Pues lo más probable es que lo intentará una y otra vez, lo que puede desencadenar problemas en el sueño, como insomnio. Esto puede tener efectos en otros aspectos de la vida diaria, como el rendimiento escolar por ejemplo.
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Por su parte, el uso desmedido de este tipo de tecnologías puede llevar a un niño a desarrollar un aislamiento social, ya que preferirá pasar su tiempo en un juego virtual antes que relacionarse con sus pares.