Probablemente has escuchado decir que el desayuno es la comida más importante de todas, sin embargo, el apuro por salir temprano en la mañana hace que muchas veces nos saltemos este paso, reforzado por el hecho de que no siempre sentimos hambre cuando nos despertamos.
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Lo cierto es que el desayuno nos ayuda a cumplir con la cantidad de nutrientes que tendríamos que consumir al día, los cuales son esenciales para la salud. Por ejemplo, estudios muestran que los niños que toman desayuno tienen niveles de hierro y vitaminas B y D entre un 20% a un 60% más altos que aquellos que se saltan esta comida.
Y, a diferencia de lo que se podría pensar, no tomar desayuno no ayuda a perder peso, al contrario: es posible que incluso se ganen algunos kilos. La razón de esto, según explica el sitio LiveStrong, es que al dormir nuestro organismo pasa varias horas seguidas sin comer y, si no se toma desayuno, el hambre se vuelve más intensa a medio día. Lo que entonces sucede es que terminamos comiendo lo que está a mano para aplacar el hambre y que no siempre es lo más saludable. Un ejemplo de esto es recurrir a las máquinas dispensadoras de alimentos, cuyas ofertas en su mayoría están compuestas por productos altos en azúcar y grasas. Además, el sitio WebMd asegura que quienes se saltan el desayuno terminan comiendo más al almuerzo y a lo largo del día.
Una sugerencia para sentirse satisfecho por más tiempo y evitar los antojos a medio día es consumir proteína en el desayuno. De acuerdo a WebMd el tradicional huevo es una de las mejores opciones, ya que contiene proteína de excelente calidad. En esta misma línea, AuthorityNutrition indica que un huevo entrega entre 6 a 7 gramos de proteína, además es alto en nutrientes y bajo en calorías.
De acuerdo a los expertos, un buen desayuno debiera incluir frutas, verduras, productos lácteos descremados, proteína y alimentos integrales. Los smoothies son una buena forma de consumir diversos nutrientes, ya que es posible prepararlos mezclando alimentos variados, por ejemplo, usando una base de yogurt natural, semillas, frutas y hojas de espinacas. Otra opción son los omelettes, ya que a éstos se les puede combinar con varias verduras, queso o jamón.
Otro beneficio de desayunar, es que mejoraría el rendimiento y la agudeza mental. Así lo sugiere un estudio de la Universidad Cardiff de Gran Bretaña, que analizó a 5 mil estudiantes de edades entre los 9 y 11 años. La investigación concluyó que los niños que tomaban desayunos saludables tenían el doble de posibilidades de sacar mejores notas que aquellos que se saltaban esa comida.
Eso sí es importante destacar que los alumnos tuvieron un mejor desempeño sólo si los desayunos eran nutritivos. De hecho, si estaba constituido por comida chatarra no se producían mejoras en el rendimiento.