De acuerdo a un estudio de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, un cepillo de dientes contiene al menos 10 millones de bacteria, incluyendo E. Coli y Staphylococcus. Por eso es importante cuidar no sólo la higiene dental, sino que también la del cepillo de dientes.
Lo primero es enjuagarlo bien después de usarlo y dejarlo secar, para esto lo más adecuado es ponerlo en posición vertical, según el sitio EveryDayHealth. Los expertos no recomiendan guardarlo en un recipiente cerrado como los que se utilizan para viajar, ya que esto promovería la reproducción de bacteria al mantener la humedad.
Maria Lopez Howell, vocera de la Asociación Dental Americana, explicó para la revista WomensHealth que el objetivo de los cepillos de dientes es deshacerse de la bacteria de la boca, por lo mismo éste se contaminará al usarlo. Entonces es importante limpiarlo bien, cuidando eliminar los residuos de pasta de dientes y basura que ahí quedan.
Otra medida es remojar las cerdas en enjuague bucal por 20 minutos, de acuerdo al sitio MensHealth, con el objetivo de desinfectarlas. Una alternativa a esto es sumergirlo en agua hirviendo por 10 segundos.
Los expertos además recomiendan cambiar el cepillo cada 3 meses, porque cuando las cerdas están desgastadas y desordenadas ya no limpian los dientes de manera efectiva. Eso sí, EveryDayHealth explica que, si la persona tiende a lavarse de forma intensa, es probable que las cerdas se deformen antes de los 3 meses.
Por último, el sitio WomenHealthMag aconseja no dejar el cepillo cerca del inodoro y evitar salpicarlo al lavarse las manos.