Cuando tenemos un trabajo que nos requiere pasar la mayor parte del día en una oficina, uno de los principales problemas que podemos enfrentar es que, al ser espacios cerrados, se puede potenciar el contagio de ciertas enfermedades y, además, propiciar la aparición de las alergias.
Cuando estamos siendo afectados por alergias, también puede verse disminuido nuestro rendimiento y perjudicar a nuestro trabajo, por lo que intentar prevenirlas es conveniente.
Si es tu caso, a continuación te tenemos algunos consejos que pueden ayudarte en este aspecto.
1- Limpia con frecuencia
Todas las oficinas suelen tener un equipo de limpieza que se preocupa de mantener el ambiente en óptimas condiciones, pero a veces no pueden hacer el aseo completo a diario, y en algunos rincones comienza a acumularse un poco el polvo.
Si eres sensible al polvo, esto podría desencadenar tu alergia, por lo que intentar mantener la higiene de tu puesto de trabajo puede ser vital. Por ello, Karin A. Pacheco, médico del centro National Jewish Health en Denver (Estados Unidos), recomienda en el portal de salud EverydayHealth desempolvar tu escritorio y tu alrededor con frecuencia, y -en la medida de lo posible- remover las alfombras, donde puede acumularse suciedad.
2- No abras tanto las ventanas
Otro punto que la doctora Pacheco aconseja tomar en cuenta son las ventanas: si las mantenemos abiertas de manera constante, no hay nada que impide que el polen y polvo entren a la oficina, por lo que es preferible mantenerlas cerradas y usar aire acondicionado para ventilar, o solicitar que te cambien a un escritorio que quede lejos de ellas.
3- Mantente atento a la humedad
Los hongos que aparecen con la humedad y el moho pueden desencadenar episodios de alergia, incluso en personas que nunca han tenido molestias de este tipo, afirma la especialista.
Para prevenir cualquier malestar, es mejor estar atento a cualquier problema con tuberías que pueda haber en la oficina y evitar las zonas que sean más húmedas.