En la boca residen más de 600 tipos de bacteria, algunas de las cuales son beneficiosas para la salud porque protegen de bacterias invasoras. Sin embargo, existe otro grupo que pone en riesgo la salud como, por ejemplo, las responsables de la placa bacteriana que es una película que cubre los dientes y que se alimenta del azúcar que queda en la boca cuando hemos comido.
El problema es que estas bacterias producen un ácido que desgasta el esmalte, formándose luego las caries.
Después de un tiempo, esta película comienza a endurecerse y a hacerse más resistente al cepillado y se convierte finalmente en sarro que puede irritar las encías. Uno de los primeros síntomas de que existe un problema es la gingivitis: una inflamación de las encías. Pero esta enfermedad es sólo una advertencia de otras condiciones bastante más complejas como la periodontitis.
En dicho estado, la infección se disemina hacia los ligamentos y al hueso que sirven de soporte para los dientes. Por lo mismo, éstos empiezan a aflojarse hasta finalmente caer. Pero el problema se podría volver aún peor: estas bacterias son capaces de invadir otros sistemas del organismo y aumentar las probabilidades de sufrir condiciones tan serias como enfermedades al corazón, infecciones al pulmón, demencia, complicaciones en el embarazo, etc.
Por lo mismo, un buen cepillado no sólo es beneficioso para el bienestar de los dientes, sino que para todo el organismo. A continuación te dejamos sencillas recomendaciones para mejorar la higiene bucal y disminuir las bacterias que habitan en tu boca.
1- Cepíllate bien y usa seda dental
Evidentemente la medida más importante es cepillarse al menos dos veces al día y por dos minutos como mínimo y, para que esto sea más efectivo, se recomienda cambiar la escobilla cada dos o tres meses.
Además de prevenir caries, otro beneficio de la limpieza es obtener un aliento fresco ya que, de acuerdo a la Asociación Americana Dental, un mal cepillado permite que las partículas de los restos de comida se descompongan provocando malos olores.
No olvides utilizar seda dental a diario para eliminar de manera más efectiva los residuos que hayan quedado atrapados entre los dientes.
2- No descuides tu lengua
Según el sitio Health Line, la lengua puede tener tantas bacterias como los dientes y eliminarlas no es tan sencillo como sólo usar enjuague bucal, ya que éste sólo mata a las que están en la superficie. Dichas bacterias también pueden causar mal aliento y para deshacerse de ellas es recomendable seguir los siguientes pasos:
- Cepillar la lengua de atrás hacia delante
- Escobillarla de lado a lado
- Enjuagar la boca con agua
Eso sí hay que tener cuidado de hacerlo de manera gentil para no dañar la piel. Algunos cepillos de dientes traen incorporado una escobilla -en la parte posterior de las cerdas- especialmente diseñada para cumplir esa función.
3- Usa un enjuague bucal
Estos productos ayudan a reducir la placa y dejan la sensación de aliento fresco. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no reemplazan un buen cepillado por lo que deben considerarse como un complemento de éste.
Un artículo publicado en el sitio Web Med explica que los enjuagues que contienen ingredientes como clorhexidina y cetilpiridinio ayudarían a eliminar parte de las bacterias. Eso sí con la advertencia de que la clorhexidina puede manchar los dientes.
Por su parte, los productos que tienen dióxido de cloro y zinc permitirían neutralizar los malos olores.
4- Mantente hidratado
Una causa común de la halitosis es la boca seca. Esto se debe a que la falta de saliva favorece el crecimiento de bacterias que causan el mal aliento, lo cual explicaría por qué en la mañana la boca tiene mal olor.
Si bien, no se sabe a ciencia cierta cuánta agua necesita el organismo, el Instituto de Medicina de Estados Unidos recomienda que los hombres consuman 3 litros diarios aproximadamente y las mujeres 2,2.
6- El cigarrillo es tu enemigo
Aparte de los conocidos problemas de salud que acarrea fumar tabaco, este hábito puede irritar tus encías, manchar tus dientes y dejarte con mal aliento. Según la Asociación Dental Americana el tabaco además reduciría la capacidad de sentir los sabores de las comidas y afectaría el olfato.
7- Prefiere un chicle antes que una menta
Como mencionamos anteriormente, a las bacterias que habitan en tu boca les encanta el azúcar la que convierten en un ácido que desgasta tus dientes. Por eso es más recomendable mascar chicle sin azúcar antes que un caramelo de menta, ya que además el chicle estimula la saliva que es el mecanismo de defensa que tiene la boca para prevenir las caries.
8- Visita a tu dentista
Finalmente, si sufres alguna molestia dental o de las encías es recomendable consultar a un odontólogo, ya que se puede tratar de alguna condición más compleja. Incluso el mal aliento puede ser un indicio de que exista una infección en encías o garganta, caries e incluso diabetes.