Los accidentes pueden ocurrirle a cualquiera, incluso cuando se está dentro del propio hogar. Por ello es mejor estar preparado para cualquier eventualidad.
Sufrir una descarga eléctrica dentro de la casa puede ocurrir, en cualquier momento, debido a que se está manipulando algún aparato defectuoso, entrar en contacto accidentalmente con el cableado o insertar algún objeto en el enchufe (esto es común en el caso de los niños).
Cuando esto sucede, se pueden generar tanto heridas internas como externas. En el caso de las externas, se trata de quemaduras en la piel, mientras que las internas pueden incluir daños a órganos, huesos, músculos y nervios, de acuerdo a Medline Plus de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
Las lesiones variarán dependiendo de la fuerza del voltaje recibido, y otros síntomas que también se pueden presentar implican cambios en el nivel de conciencia, latidos cardíacos irregulares, ataques cardíacos, dolores de cabeza, espasmos musculares, entumecimiento u hormigueo, problemas respiratorios y/o convulsiones.
Primeros auxilios
Según MedlinePlus, si uno se encuentra con una persona que esté sufriendo una descarga eléctrica, lo que no hay que hacer por ningún motivo es tratar de separar con nuestras propias manos al afectado del punto de corriente.
El portal médico estadounidense agrega que, en vez de eso, primero se puede tratar de cortar la corriente eléctrica. Si esto no es posible, se puede intentar separar a la persona del foco de peligro con un objeto que no sea conductor de electricidad. Algunos de estos elementos pueden ser sillas de madera, una escoba de madera, una alfombra o alguna cosa hecha de caucho.
Los elementos que no se deben usar para esta tarea son los metálicos, pues ese material conduce la electricidad, y también hay que tener cuidado en que ni el objeto ni el sitio estén mojados.
Cuando se separa a la persona de la corriente, uno de los primeros pasos que se recomienda seguir es verificar que esté respirando y que tenga pulso. Si éstos se han detenido o están extremadamente débiles, se puede administrar una reanimación cardiopulmonar, algo que puede salvarle la vida a la víctima.
Pasado esto, la clínica estadounidense Mayo aconseja tratar de evitar que el afectado se enfríe. Si tuviera quemaduras visibles, indica que se pueden enjuagar las lesiones con agua potable y taparlas con alguna tela o gasa.
Sobre esto último, agrega que se evite usar mantas o toallas, porque las fibras sueltas de esos materiales pueden adherirse a las quemaduras.
Tras aplicar todos estos primeros auxilios, sólo queda esperar a que llegue personal médico de urgencias para trasladar al afectado a un recinto asistencial.