Cuando se trata de combatir enfermedades, nuestro principal método de defensa es el sistema inmunológico, que protege a nuestro cuerpo contra los virus y bacterias.
Llevar una alimentación saludable es vital para mantener nuestro organismo completo sano, y eso incluye al sistema inmune, que ocupa muchos nutrientes para fortalecerse que consumimos por medio de comidas saludables de origen vegetal y animal.
En ese sentido, el nutricionista de la consultora de vida sana Biufood, Sergi Rovira, explica al periódico español La Vanguardia que “ciertos nutrientes, como cobre, zinc, hierro, selenio, vitamina A, vitamina B6, ácido fólico (vitamina B9), vitamina B12, vitamina C y vitamina D tienen relación con el normal funcionamiento del sistema inmune”.
Rovira recalca que “una dieta saludable bastará para consumirlos todos de forma suficiente”, por lo que si usualmente comes suficientes vegetales y alimentos animales -sin excesos-, deberías estar satisfaciendo la dosis que necesitas.
Eso también quiere decir que si usualmente no comes saludable, puede que tus defensas estén debilitadas.
Por su parte, Eduardo Fernández-Cruz, experto de Inmunología Clínica de HM Hospitales en España, confirma que los malos hábitos alimenticios que pueden debilitar el sistema inmunológico.
“Niveles bajos de proteínas u otros defectos a nivel de aminoácidos, antioxidantes, etc.” pueden perjudicarlo, los que “una vez identificados, deben ser corregidos con complementos dietéticos” recetados por especialistas en nutrición, señala.
Asimismo, el especialista recalca que “las grasas saturadas, los alimentos ricos en azúcares y otros refinados, que pueden producir patologías como dislipemias, diabetes tipo 2, alteraciones ateromatosas vasculares e incluso favorecer la aparición de procesos tumorales, que tendrán un impacto negativo en el sistema inmunológico”, así que recomienda reducirlos en nuestra dieta.
¿Cómo saber si mi dieta es saludable o no? Hay diversos factores que influyen en ello, por lo que lo más recomendable es que vayas a un nutricionista o nutriólogo para que evalúe tu situación y desarrolle un plan alimenticio que se ajuste a tus necesidades.
Pese a ello, Rovira acota que usualmente es aconsejable comer a diario al menos 2 raciones de verduras, y entre 2 y 3 de frutas.
“Hay que variar siempre los colores y optar por las que son de temporada y proximidad”, apunta.