La ingesta recurrente de alcohol puede ser uno de los principales factores relacionados con problemas de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos bebestibles “contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica que puede causar dependencia”.
En Chile, el consumo de estos brebajes es regulado por la Ley 19.925 La normativa prohíbe la venta de estos productos a menores de 18 años y fija límites de alcoholemia para conducir.
Según la última “Radiografía de Patrones de Consumo Riesgoso de Alcohol”, de Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), el porcentaje de bebedores bajó un 20% en las últimas dos décadas, sin embargo, la frecuencia de episodios de embriaguez se mantiene alta.
En este sentido, Catalina Bustos, nutricionista del IST, explicó los riesgos que puede ocasionar el exceso de alcohol en el cuerpo: “No se recomienda la ingesta de alcohol de base, es decir, no hay una porción que uno pueda recomendar en donde uno diga ‘esta porción es beneficiosa o genera menos efectos adversos’. Lo ideal sería no beber alcohol”.
El principal efecto negativo de tener una alta ingesta de estos bebestibles es la inflamación del sistema digestivo, lo que podría tener un fuerte impacto en nuestra salud.
“La microbiota digestiva representa aproximadamente el 70% de nuestro sistema inmune. El consumo de alcohol altera el equilibrio de esta microbiota, lo que afecta negativamente al sistema inmune intestinal y provoca una respuesta inflamatoria aumentada. Esta inflamación generalizada puede agravar enfermedades hepáticas preexistentes o contribuir a su desarrollo”, precisó la profesional.
Daños en el cuerpo ocasionados por el alcohol
El consumo de alcohol también impacta a distintas partes del organismo como la presión arterial. De acuerdo con Clínica Mayo, ingerir demasiado alcohol “puede aumentar la presión en las paredes de los vasos sanguíneos hasta alcanzar niveles poco saludables”.
“Consumir más de tres bebidas de una sola vez eleva temporalmente la presión arterial. Beber en exceso una y otra vez puede causar la elevación de la presión arterial a largo plazo”, afirma el prestigioso centro médico estadounidense.
El hígado es un órgano muy vulnerable al consumo de alcohol, especialmente cuando ya está debilitado por otras causas, como el hígado graso.
Sobre este punto, Bustos señaló que este líquido se depura en el hígado, por lo que puede “existir un sobrecargo en la función hepática al beber demasiado alcohol” y “genere una mala absorción de nutrientes”.
“Cuando una persona tiene hígado graso, el alcohol se metaboliza en este órgano, liberando toxinas durante el proceso. En esencia, el hígado es el encargado de limpiar y procesar esa ingesta de alcohol”, aseveró la nutricionista.
Por otro lado, la experta del IST sugiere que el consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. “No hay un nivel seguro para el consumo de alcohol, que ya una bebida diaria aumenta el riesgo de desarrollar al menos tres tipos de cáncer, entre ellos el colorrectal y de mamas”, comentó.
Adicionalmente, la profesional mencionó que “la ingesta de alcohol se asocia a lesiones vasculares, y eso hace que en el fondo nosotros tengamos más riesgo también de padecer enfermedades como Alzheimer”.
Efectos en la salud mental de las personas
El impacto que genera el alcohol es dañino e intenso, pero no se limita solo a lo físico, también lo hace de forma psicológica. Según Bustos, su consumo “afecta notoriamente la salud mental de la persona, ya que el alcohol es un depresor”.
“Hay muchas personas que al beber alcohol si se les puede generar esta ‘escapada de la realidad’, pero en el fondo afecta directamente al funcionamiento cerebral en cuanto a receptores”, comentó.
“Aquí surge el concepto de ‘estar frontalizado’, que son aquellas personas que pierden los límites sociales, es decir, dejan de lado sus límites personales y en vez de trabajarlos, usan el alcohol para generar esta apertura social. Esto no es saludable, ya que se puede caer en alcoholismo y traer todos los efectos negativos antes mencionados”, precisó la profesional del IST.
Sumado a lo anterior, el alcohol también puede generar un desbalance entre la dopamina y la serotonina, que son neurotransmisores que ayudan a regular el estado de ánimo y el sueño.
Recomendaciones para moderar el consumo de alcohol
El consumo desmedido de alcohol puede causar serios problemas a la salud, por ello la recomendación de la experta del IST es hacerlo con moderación.
“Ahora la dosis hace el veneno y yo creo que eso es el mensaje más importante. Si vas a consumir alcohol, hazlo con moderación”, comentó la profesional.
“Dentro de los alcoholes, el vino sería el que tiene menos impactos negativos. Pero todo depende del tipo de alimentación que tenemos en la actualidad. Pese a esto, no recomiendo tomar una copa de vino todos los días”, acotó Bustos.


