Los zapatos con tacos altos son amados por muchas personas e incluso hay quienes los usan a diario. Además de que aportan altura a una persona, suelen ser usados por mujeres para instancias formales, y en algunos trabajos les exigen usarlos como parte del outfit laboral.
Sin embargo, al usarlos con mucha frecuencia, pueden traer algunas consecuencias negativas para la salud que podrían ser de carácter permanente.
Pueden debilitar el equilibrio de los pies
Una investigación realizada en Corea del Sur determinó que el uso regular de tacones, es decir, utilizarlos al menos 3 veces por semana, puede debilitar el equilibrio natural de los pies, propiciando las caídas frecuentes y, con ello, aumentando el riesgo de sufrir lesiones.
La cadena británica BBC apunta que la indagación, publicada en la revista International Journal of Clinical Practice, sugiere que “el uso de tacones altos puede fortalecer los músculos del tobillo al principio, pero el uso prolongado (de más de tres años), provoca un desequilibrio muscular que puede derivar en lesiones graves en el tobillo».
Pueden deformar los pies
Uno de los investigadores que participó del mencionado estudio, Yong-Seok Jee, de la Universidad Hanseo en Corea del Sur, explicó a la BBC que los zapatos con tacón alto igualmente pueden deformar los pies a largo plazo.
Muchas mujeres gustan de los tacones por la forma en que realza su apariencia, pero, irónicamente, este calzado puede terminar por arruinar la estética de sus pies, además de los problemas musculares que se presentan.
Pueden provocar juanetes
En línea con lo anterior, una consecuencia de usar tacones que afecta tanto el interior como el exterior de la extremidad es que pueden propiciar la aparición de juanetes.
Según describe la clínica estadounidense Mayo, esto es “una protuberancia ósea que se forma en la articulación en la base del dedo gordo del pie. Ocurre cuando algunos de los huesos de la parte frontal del pie se salen de su lugar. Esto hace que la punta del dedo gordo del pie apunte hacia los dedos más pequeños y obliga a que la articulación en la base del dedo gordo sobresalga. La piel sobre el juanete puede estar enrojecida y adolorida”.
“Se pueden desarrollar juanetes más pequeños en la articulación del dedo pequeño del pie”, añade.
El centro de salud informa que usualmente no se necesita tratamiento médico por un juanete. Se puede impedir que empeoren al tomar medidas como usar zapatos que sean cómodos y espaciosos, poner plantillas acolchadas o amortiguadores que alivien el dolor y aplicar hielo para reducir la inflamación. Un doctor también podría recetarte un medicamento para controlar las molestias.
Pero sí es conveniente buscar un tratamiento más complejo si se tiene una protuberancia visible que provoque dolor continuo, hay disminución en la movilidad del dedo o del pie, y se tiene dificultad para usar zapatos.
En los casos más graves, esta patología se puede operar quirúrgicamente.
Fuentes: BBC, Clínica Mayo.