Los peligros de levantar a un niño del brazo

Columpiar a los niños tomándolos de los brazos y hacerlos dar vueltas puede parecer muy entretenido, pero lo cierto es que se trata de una práctica que conlleva serios y dolorosos riesgos que es mejor evitar.

Uno de ellos es la dislocación del hueso del codo, es decir éste se sale de su posición normal. Esta lesión afecta con frecuencia a niños menores de 5 años y tiene lugar cuando se jala a un niño desde su brazo o muñeca ejerciendo demasiada fuerza.

Las prácticas que causan este problema son bastante comunes y muchas personas no imaginan que implican un riesgo. Se trata de acciones que muchas veces incluso nacen con la intención de ayudar a los niños, por ejemplo para que puedan subir un escalón alto, evitarles una caída afirmándolos rápidamente del brazo o elevarlos para que salten un charco.

Algunos síntomas que permiten sospechar la presencia de esta lesión son los siguientes:

1- El niño no quiere o evita usar el brazo dejándolo en una posición fija.

2- El pequeño se queja de dolor.

3- Algunos niños afirman su brazo y lo flexionan levemente, presionándolo contra el vientre.

4- No hay presencia de inflamación, por lo tanto es posible que el menor no parezca lesionado a pesar de estarlo.

Cuando se cree que un menor ha sufrido este tipo de lesión, lo recomendable es llevarlo de inmediato al doctor. De todos modos, hay algunas medidas que se pueden tomar para ayudarlo en el intertanto como, por ejemplo, aplicar una compresa de hielo en el codo y no enderezarle el brazo o cambiarle su posición.

El sitio  MedLinePlus , perteneciente a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, entrega dos sencillas recomendaciones para disminuir las probabilidades de que los menores experimenten este tipo de accidentes:

1- No levantar a un niño de un solo brazo: siempre es preferible hacerlo por debajo de los brazos.

2- No balancear ni columpiar a menores agarrándolos de las manos o antebrazos.

Por otro lado, es bueno tener en cuenta que un niño que haya sufrido una dislocación en el codo tiene mayores probabilidades de que le vuelva a suceder.

 


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