Cuando se trata de combatir el resfriado y otras enfermedades típicas de los meses más fríos del año, la vitamina C es un conocido aliado de nuestra salud.
Este nutriente realmente no disminuye el riesgo de resfriarse, pero sí puede
Y no sólo eso, sino que nuestro cuerpo también utiliza este nutriente para formar y reparar tejidos, incluyendo la piel (es un buen cicatrizante), los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
Además, sirve para reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes, y nos fomenta la absorción del hierro. Es decir, es un nutriente muy completo que puede contribuir a nuestro bienestar general, por lo que puede ser buena idea el aumentar nuestro consumo de esta vitamina durante el otoño y el invierno.
¿Cómo lograr ello? Pues la forma natural de hacerlo es incluyendo en nuestra dieta más frutas y verduras que sean altas en vitamina C.
Por lo mismo, te contamos las frutas que contienen más vitamina C, según MedlinePlus, son:
-Cítricos (como naranjas y mandarinas)
-Kiwi
-Mango
-Papaya
-Piña
-Berries (frutillas, frambuesas, moras y arándanos)
-Sandía
-Melón
En tanto, las verduras más altas en este nutriente son:
-Brócoli
-Coles de Bruselas
-Coliflor
-Pimientos rojos y verdes
-Espinaca
-Repollo
-Papas
-Tomates
Además de estos alimentos, en las farmacias se puede encontrar vitamina C en cápsulas que son de venta libre, cuya dosis diaria recomendada viene indicada en su respectivo envase. Si tienes dudas al respecto, puedes consultarle a tu médico antes de tomarlas.
Y si te estás preguntando cómo puedes saber si estás consumiendo la cantidad adecuada de este nutriente, puedes hallar la respuesta en nuestra nota Signos de que estarías consumiendo muy poca (o mucha) vitamina C.