La penicilina y los fármacos derivados de ésta, como la amoxicilina, son de los antibióticos más usados en el mundo, porque son los más efectivos para combatir las infecciones.
Por lo mismo es que puede ser importante saber con seguridad si uno es alérgico a la penicilina, ya que de comprobarse esa condición, tendríamos que usar medicamentos que son más caros y pueden presentar más efectos secundarios.
Así lo indica la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI, por su nombre en inglés), que especifica que, por ejemplo, el 10% de los estadounidenses creen ser alérgicos a la penicilina, pero de esa cifra, sólo el 90% lo son realmente.
La razón por la muchos creen ser alérgicos a la penicilina, sin serlo en realidad, es porque en ocasiones se pueden confundir efectos secundarios de este fármaco con una reacción adversa, explica la clínica Mayo de Estados Unidos.
Algunos de esos efectos secundarios son dolor de cabeza, náuseas, picazón vaginal y diarrea.
Asimismo, puede que en ciertos casos las infecciones que se están tratando provoquen síntomas que se confundan con los signos de una reacción alérgica al medicamento.
Los verdaderos síntomas de esta alergia
La alergia a la penicilina se da cuando el cuerpo confunde el medicamento con una sustancia nociva, por lo que desarrolla anticuerpos para protegerse de ella.
Para saber si uno es alérgico a este fármaco, un alergista o inmunólogo tiene que hacerte pruebas cutáneas, en que se le inyectan cantidades reducidas de penicilina en el antebrazo o espalda.
En la mayoría de los casos, las personas comienzan a presentar los siguientes síntomas una hora después de haber entrado en contacto con el fármaco: erupción cutánea, urticaria, picazón, fiebre, hinchazón, falta de aire, sibilancia (obstrucción de las vías respiratorias), catarro y ojos llorosos y con picazón.
Además, en la menor parte de los pacientes puede presentarse anafilaxia, que es una reacción alérgica más grave y potencialmente mortal. En estos casos, los síntomas -además de los ya descritos- pueden incluir náuseas, cólicos, vómitos o diarrea, mareos o aturdimiento, pulso débil y acelerado, caída de la presión arterial, convulsiones y pérdida del conocimiento.
Es poco usual que las personas presenten síntomas de alergia a los días o semanas de haber ingerido el medicamento.
Si usted o alguien de su familia presenta síntomas de alergia a la penicilina, le recomendamos acudir de inmediato a un servicio de Urgencias.
Por otra parte, le tenemos una buena noticia: esta condición no es genética y puede desaparecer con el tiempo, así que -por ejemplo- si la padecías en la niñez, puede que de adulto ya no seas alérgicos.
Para saber si su alergia disminuyó, te puedes realizar exámenes inmunológicos cada cierta cantidad de años.