Es conocido que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de tener enfermedades al corazón, pero lo que algunos podrían no saber es que lo más relevante es ver dónde se localiza el exceso de grasa.
Existen dos tipos de obesidad: periférica (la grasa adicional se ubica en los glúteos, muslos y brazos) y central (se concentra en el abdomen).
Cuando se trata de la salud cardíaca, el segundo tipo de sobrepeso es el más riesgoso, aunque el otro también es peligroso. De acuerdo a la Fundación Española del Corazón, el motivo es que, en estos casos, la grasa se acumula alrededor de los principales órganos del cuerpo, lo cual puede promover el aumento del colesterol, triglicéridos, riesgo de diabetes, presión arterial y trombosis.
A su vez, todos estos problemas pueden contribuir a enfermedades cardiovasculares, detalla el Dr. Alfonso Varela Román, vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), a la ONG.
“Es más importante para el paciente conocer cómo se distribuye la grasa en su organismo, que el exceso de peso en sí mismo. Es recomendable controlar periódicamente la salud cardiovascular, midiendo el peso corporal y la presión arterial, realizando exámenes de sangre para comprobar el nivel de colesterol; pero también es necesario revisar el perímetro abdominal”, recalca.
Y añade que “para valorar el exceso de peso se utiliza el índice de masa corporal (IMC), que se calcula a partir del peso y la talla del individuo, por lo que no tiene en cuenta la distribución de la grasa corporal. Se ha demostrado que algunas personas que presentan un peso normal o leve sobrepeso, pero con un exceso de grasa abdominal, podrían tener un alto riesgo de padecer eventos cardiovasculares”.
De acuerdo a la entidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que lo máximo que puede medir el perímetro abdominal para que sea saludable es 88 centímetros en mujeres y 102 en hombres.
Si vas a medir el tuyo en casa, recomienda estar de pie, con los pies juntos, los brazos a los lados y el abdomen relajado. Luego, puedes usar una cinta métrica a la altura del ombligo, sin ejercer presión.