Ir de paseo a la playa suele ser un pasatiempo favorito de muchos, en especial durante el verano, cuando darnos un baño en el mar puede ayudarnos a capear el calor.
Y, además, puede ser beneficioso, gracias a que el agua y la arena pueden aportarnos algunos beneficios. Aquí te contamos algunos de ellos.
1- Puede ser relajante
Hay varias personas que afirman que caminar por la playa o bañarse en el mar les ayuda a relajarse.
Esto no es sólo una creencia, sino que realmente el mar puede ser relajante, en gran parte gracias a su color azulado.
De acuerdo a una indagación de un especialista en el tema, Joe Hallock, citada por el diario El País, los humanos solemos asociar el azul con la confianza, seguridad y un ambiente de calidad.
Asimismo, el periódico acota que, de acuerdo al neurocirujano Amir Vokshoor, las longitudes de onda del color azul tienen “una relación con la liberación de neurotransmisores, que están asociados con sentimientos de euforia y bienestar”.
2- Puede fortalecer nuestras defensas
El mar contiene algunos elementos que no se encuentran en otras aguas, como vitaminas, sales minerales y aminoácidos.
Cuando nos bañamos allí, nuestro cuerpo puede absorber esos componentes, ayudando a fortalecer nuestro sistema inmune, indica el portal de vida sana LiveStrong.
Además, un estudio de la Universidad de Alicante (España) concluyó que tomar bebidas isotónicas que contienen agua de mar pueden activar el sistema inmunológico, ejerciendo un efecto protector que refuerza el organismo ante virus, bacterias, bajas defensas y otros patógenos estacionales.
3- La arena puede ser exfoliante
Incluso caminar descalzo por la arena puede ser beneficioso. Esta sustancia tiene una textura que puede exfoliar nuestra piel, ayudando a eliminar las células muertas.
El periódico digital The Huffington Post recomienda andar sobre la arena que está más cerca del agua para incrementar este efecto.
4- Puede tonificar el cuerpo
Tanto nadar en el mar como caminar por la arena pueden ayudar a tonificar el cuerpo y mantenerlo saludable.
Por una parte, en la natación uno necesita utilizar todo el cuerpo, por lo que todos los músculos se ejercitan, según HealthLine.
Y por otra, caminar sobre una superficie irregular, como la arena, requiere más energía que el andar sobre asfalto, porque los pies se hunden a más profundidad, concluyó un estudio publicado en 2013.