Es probable que en muchas ocasiones hayas tomado la decisión de seguir una rigurosa dieta. Si bien es por una buena causa, todos sabemos que esta opción acarrea una serie de complejidades, como la de dejar de comer las cosas que más nos gustan.
Es por esto que algunas personas optan por escoger un tipo de dieta un tanto flexible, lo que les facilite la tarea. En un estudio publicado por el sitio especialista en temas de salud The Lancet, los científicos buscaban determinar si las dietas bajas en grasas tenían mayores beneficios y avances que las altas en grasas.
A pesar de que en ambos casos las personas lograban bajar un promedio de 3 kg, la mayoría de estos estudios eran aplicados a lo largo de un año, periodo considerado insuficiente para establecer resultados más fiables, ya que después de ese tiempo la gente volvía a subir y a tener su peso inicial. Los investigadores analizaron la situación de 68 mil personas, quienes bajaron de peso.
La epidemióloga Deirde Tobias, quién participó del trabajo, señaló no estar asombrada ante los resultados. “Pienso que no es algo novedoso para los científicos del área de la nutrición y obesidad que las dietas bajas en grasas simplemente no funcionan para la mayoría de las personas. Lo que este estudio da a conocer, es precisamente eso”, agregó la especialista.
En la misma línea sostuvo: «Durante los últimos años, hemos comprobado que las dietas bajas en grasa eran promovidas como la manera ideal de bajar de peso, sin embargo, si veías a tu alrededor, los índices de obesidad se dispararon al mismo tiempo».
Julia Belluz, periodista especialista en temas fitness, señaló a través del sitio Vox que una buena idea sería incorporar alimentos saludables a la dieta en una forma que te guste y que puedas mantener.
«Puede que no modifiques tu figura dramáticamente, pero al menos le harás un favor a tu cuerpo, y no necesitarás comer un panqué bajo en grasas o una ensalada de col rizada nunca más», agregó.