Con la llegada de las épocas más frías del año, también surgen las típicas enfermedades. Es común por estas fechas que las afecciones respiratorias aumenten considerablemente debido al clima y, en ciertos casos, las bajas defensas.
Antes de la irrupción de la pandemia por covid-19, era bastante común que entre la población circularan diferentes virus estacionales, siendo uno de los más comunes la influenza.
Se trata de una enfermedad respiratoria muy contagiosa que es producida por el virus de la Influenza. Si bien, en algunos casos puede afectar de manera leve o grave, hay otros en los que podría poner en riesgo la salud de una persona.
El virus se trasmite a través del aire y generalmente los contagios ocurren cuando el portador disemina la enfermedad por medio de la tos o los estornudos. También, cuando se tiene contacto con objetos que tengan en su superficie partículas del agente patógeno.
Señales de la enfermedad
Como la mayoría de las enfermedades respiratorias, los síntomas se pueden presentar de manera repentina. Los más comunes son la fiebre, tos, mucosidad nasal, fatiga y dolores de garganta y corporales.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) explican que la mayoría de las personas pueden presentar más de un solo síntomas. Asimismo, no todos los pacientes podrían tener fiebre y algunos casos -aunque más común en niños- vómitos y diarrea.
Si bien, se trata de una enfermedad controlada y que cuenta con un tratamiento médico, es recomendable asistir a un centro de salud para ser atendido con un especialista, ya que podría tratarse de otra patología, como por ejemplo covid-19.
Tratamiento y cuidados
Antiguamente, la influenza era considera una patología con un alto índice de mortalidad. Sin embargo, gracias a los avances en tecnología y medicina, existe una vacuna que puede garantizar un alto grado de inmunidad frente al virus. La clínica estadounidense Mayo afirma que este fármaco preventivo puede reducir la gravedad de esta patología, así como el riesgo de contraer enfermedades mucho más complejas y de necesitar hospitalización.
En Chile, las campañas de vacunación contra esta enfermedad se realizan de forma anual durante los meses de invierno, procesos gozan de una alta participación ciudadana. La inoculación es gratuita solo para el personal de salud -que está expuesto al virus- y los grupos objetivos de mayor riesgo, los que incluyen a: embarazadas, niños, adultos mayores y pacientes crónicos principalmente.
Este 2022, la campaña de vacunación comenzó el pasado lunes 7 de marzo con la inoculación a los funcionarios de la salud pública del país y avanzará según el calendario establecido por el Ministerio de Salud (Minsal).
Sin embargo, la vacuna no es el único método para prevenir un contagio. Al igual que con el coronavirus, se pueden adoptar medidas de higiene básicas como el lavado frecuente de manos con agua y jabón, el uso frecuente de alcohol-gel y cubrir correctamente nariz y boca al estornudar.
El Minsal especifica que “la mayoría de las personas se recuperan espontáneamente solo con medidas generales como el consumo abundante de líquidos, el uso de medicamentos para bajar la fiebre (antipiréticos) y el reposo en cama”. Y agrega que “en personas que presentan un cuadro más severo pueden usarse antivirales para tratar la infección. Es importante guardar reposo y evitar las visitas de otras personas para no diseminar la enfermedad”.
Diferencias con el covid-19
Al tratarse de enfermedades respiratorias altamente contagiosas, la influenza y el SARS-CoV-2 comparten ciertas similitudes en sus síntomas -como la fiebre, dolores de cabeza y garganta-, los que pueden confundir a muchos.
La principal diferencia entre ambas patologías es que son provocadas por virus diferentes. La influenza es causada por el virus del mismo nombre, en cambio, el covid-19 es provocado por un tipo especifico de coronavirus.
Los CDC señalan que, en comparación con la influenza, las personas infectadas con SARS-CoV-2 «pueden tardar más en presentar síntomas y permanecer contagiosas por periodos más prolongados».
Al compartir varias similitudes, los médicos no pueden determinar a simple vista la enfermedad que puede padecer el paciente. Por ello, es necesario realizar exámenes – test PCR o antígeno- que confirmen un diagnóstico u otro.
Fuentes: CDC, Clínica Mayo, Ministerio de Salud.