Cuando pensamos en higiene bucal, generalmente consideramos que un buen cepillado después de cada comida es suficiente y mejor aún si lo complementamos con el uso de un enjuague bucal. Sin embargo, la utilización del hilo dental juega un papel fundamental para mantener un buen aseo.
El cepillo es capaz de limpiar la superficie de dientes y encías, pero no puede eliminar lo que ha quedado entre los dientes, donde se acumulan restos de comida. Es allí donde se requiere de la ayuda del hilo dental para remover lo que el cepillado no ha podido quitar.
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De acuerdo al sitio MouthHealthy, lo recomendable es utilizar seda dental una vez al día, lo cual ayudaría a prevenir enfermedades a las encías y la aparición de caries. Así lo confirma también la Asociación Dental Americana (ADA): “Limpiadores interdentales como hilo dental son una parte esencial del cuidado de dientes y encías. Limpiar entre dientes permite remover placa que podría llevar a desarrollar caries o inflamación de las encías, áreas que el cepillo de dientes no puede alcanzar. Está comprobado que la limpieza interdental ayuda a remover desperdicios que contribuyen a la formación de la placa bacteriana”.
Pero ¿cuál es el mejor momento para utilizar seda dental? ¿Antes o después del cepillado? ¿Al levantarse o al acostarse? Matthew J. Messina, vocero de ADA, asegura que realmente no existe una diferencia: “Mientras se haga al menos una vez al día, se estará minimizando las bacterias que se acumulan en los dientes”, explicó al sitio de noticias Today.
Pasarse la seda dental no debería ser doloroso, según reporta el sitio MouthHealthy, y si se hace demasiado fuerte se podría dañar el tejido entre los dientes.
Si la seda dental no es la opción favorita para esta tarea, existen otras herramientas diseñadas para dicho propósito como cepillos y palillos interdentales.
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