El azúcar que encontramos en caramelos y otros alimentos procesados tiene un sabor muy rico, pero puede ser perjudicial para nuestra salud si la consumimos en exceso. Y en la actualidad puede ser muy fácil excedernos sin darnos cuenta, pues muchos de los alimentos que venden en el comercio traen altas cantidades de azúcar añadida.
La razón de que sea poco recomendable es que presenta elevados niveles de ‘calorías vacías’, es decir, que tienen una baja concentración de nutrientes. Estas calorías vacías suelen contener elevadas proporciones de carbohidratos de absorción rápida como los mono y disacáridos, y de lípidos poco saludables como las grasas saturadas, por lo que su consumo excesivo podría generar problemas de peso.
Más información al respecto la puedes leer en nuestra nota ¿Por qué es importante cuidar el consumo de azúcar?
Hay frutas que también contienen mucho azúcar pero, a diferencia de los alimentos procesados, éstas no nos hacen subir de peso ni dañan nuestra salud. Al contrario, los médicos y nutricionistas suelen recomendarnos que comamos muchas frutas, porque contienen nutrientes que ayudan a mantener nuestro cuerpo sano.
Algunos podrían preguntarse si es verdad que el azúcar de las frutas no es perjudicial. Y la respuesta es sí, ésta no daña nuestra salud. La razón es que es otro tipo de sustancia. No esa igual el azúcar que trae una cereza al que contiene un caramelo.
El periódico español El País explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que las frutas contienen azúcar intrínseco, que es el que se encuentra de forma natural en los vegetales.
La OMS añade que no hay ninguna prueba científica que indique que los azúcares intrínsecos puedan ser perjudiciales para la salud, por lo que es no es necesario limitar su consumo.
Por otra parte, la entidad especifica que los alimentos procesados suelen contener azúcares libres, y que éstos sí han sido vinculados científicamente a un mayor riesgo de sufrir caries y enfermedades crónicas.
Por ello, la recomendación de la OMS es que nuestra ingesta de azúcares libres (procesados) no supere el 10% de nuestra ingesta calórica diaria.