Fumar es nocivo y esto es ampliamente reconocido hoy en día, pero quizás no es tan conocido el riesgo que implica para los jóvenes. No es inusual ver a un escolar prendiendo un cigarrillo después de salir de clases.
A pesar de que en algunos casos cuentan con el permiso de los padres, la verdad es que esta práctica es muy dañina no tan sólo para quienes fuman desde temprana edad, sino que para quienes los rodean.
El cigarrillo se puede transformar en el primer paso al cáncer de pulmón. De hecho, según la Asociación de Afectados por el Cáncer de Pulmón (AECaP), fumar representa el primer factor de riesgo en esta enfermedad.
Lo más preocupante, es que este primer indicio se presenta cada vez más en los menores.
Según el psicólogo sanitario español José Elías, entre las causas que provocan el consumo del cigarrillo entre los jóvenes se pueden encontrar dos importantes: por un lado, a los adolescentes les gusta “hacerse los mayores”, y por otro, les atrae la idea de ir en contra de las normas.
Al consumir tabaco se puede llegar a desarrollar un habito de consumo y además es posible tener una adicción a este.
De acuerdo a datos del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), el consumo de tabaco en los jóvenes de 12 a 18 años de nuestro país aumentó de un 6,4% a 8,4% entre 2012 y 2014. Esto se presenta en contraposición respecto a los datos de consumo en los adultos fumadores entre 18 y 44 años, donde la cifra disminuyó.
Pero el cáncer al pulmón no es el único riesgo al que se exponen quienes son fumadores.
De acuerdo al portal del Ministerio de Salud de Chile, otros efectos pueden ser: enfisema pulmonar, infarto al corazón, daños al cerebro, bronquitis, úlceras gástricas, entre otras.
Es por esta razón que es importante generar conciencia e informar a la población respecto a los costos que puede significar este vicio, especialmente a quienes todavía están en una edad más vulnerable.