Al consumir carnes que no están bien cocidas nos podríamos exponer a parásitos y bacterias como la E. coli, Salmonella, Listeria, Campylobacter y Trichinella spiralis que es posible que habiten en ellas. Por esta razón, es importante cocinar bien dichos alimentos para así destruir a los múltiples agentes capaces de provocar enfermedades.
Hamburguesas, chuletas, lomo y filetes debieran alcanzar una temperatura interna de 71 grados Celsius, en cambio el pollo y el pavo enteros deben llegar a los 82 grados Celsius en la parte más gorda del muslo, según las recomendaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).
De acuerdo al doctor Robert Tauxe, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, consultado por la publicación Time, los organismos que habitan en la carne cruda tienden a ser más perjudiciales para la salud de los seres humanos que aquellos que se encuentran en los pescados.
En este sentido, es especialmente importante prestarle atención a la cocción de la carne molida, ya que constituiría un producto de mayor riesgo. De acuerdo a un estudio publicado por los Centros de la Ciencia en Intereses Públicos, como dicho alimento contiene carne de diversos animales, la posibilidad de que las bacterias de un animal contaminen la carne del resto aumenta. Por esta razón, los expertos recomiendan evitar comer hamburguesas que se vean rojizas en el centro.
Debido a que las carnes crudas pueden contener bacterias, no sólo es importante cocerlas debidamente, sino que también mantener buenas prácticas de higiene al manipularlas. Algunas de ellas son:
1- Lavarse las manos con agua tibia y jabón antes y después de prepararlas, así como los utensilios y superficies utilizados en este proceso.
2- Impedir que otros alimentos, como verduras, entren en contacto con la carne cruda tanto al cocinar como al refrigerar estos productos.
3- Utilizar un termómetro de cocina para verificar que la carne haya alcanzado la temperatura recomendada.
4- No dejar las sobras por más de dos horas sin refrigerar.