Durante las vacaciones de verano, el destino favorito de muchos es la playa, y cómo no si nuestro país cuenta con miles de kilómetros de costa en el océano pacífico.
De este modo, también suele aumentar el consumo de mariscos, así que siempre es conveniente recordar que no es recomendable comerlos crudos, práctica que puede resultar riesgosa.
Según explica el Ministerio de Salud (Minsal), la fuente principal de contagio de la bacteria Vibrio parahaemolyticus es la ingesta de mariscos, especialmente bivalvos (de dos conchas), crudos o mal cocidos, siendo la causa más común en Chile el hecho de que estén infectados con la bacteria Vibrio parahaemolyticus.
Existen muchos tipos diferentes de intoxicación por mariscos, detalla la enciclopedia médica MedlinePlus. “En la intoxicación por mariscos, los ingredientes tóxicos son toxinas producidas por organismos similares a algas llamados dinoflagelados, que se acumulan en algunos tipos de productos de mar (…) Los mejor conocidos son la intoxicación paralítica por mariscos, la intoxicación neurotóxica por mariscos y la intoxicación amnésica por mariscos”.
Al ingerir mariscos crudos contaminados, se pueden sentir diferentes síntomas, dependiendo del tipo de inxoticación. MedlinePlus especifica que, en la intoxicación paralítica por mariscos, “aproximadamente 30 minutos después de haber consumido productos de mar contaminados, se puede presentar entumecimiento u hormigueo en la boca. Esta sensación se puede extender a los brazos y las piernas. Usted puede tornarse muy mareado, presentar dolor de cabeza y, en algunos casos, los brazos y las piernas pueden llegar paralizarse temporalmente. Algunas personas también pueden presentar náuseas, vómitos y diarrea, aunque estos síntomas son mucho menos frecuentes”.
Por su parte, en la intoxicación neurotóxica por mariscos, “después de comer almejas o mejillones, muy probablemente experimentará náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas son seguidos poco después por sensaciones extrañas que pueden incluir entumecimiento u hormigueo en la boca, dolor de cabeza, mareo, así como trastrocamiento de las temperaturas caliente y fría”.
En tanto, la intoxicación amnésica por mariscos, “se trata de una forma de intoxicación extraña y poco común que comienza con náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas van seguidos de una pérdida de la memoria por un período corto, y otros síntomas del sistema nervioso menos frecuentes”.
Medidas de prevención
La mejor forma de prevenir riesgos asociados al consumo de mariscos, en especial los relativos a la bacteria Vibrio parahaemolyticus, es cocerlos bien antes de consumirlos.
En ese sentido, el Minsal aconseja hervir los mariscos por al menos 5 minutos, lavarse las manos antes y después de manipular alimentos y después de ir al baño, lavar las superficies y utensilios de cocina que han estado en contacto con alimentos de riesgo antes de usarlos nuevamente y evitar la contaminación cruzada, manteniendo separados los alimentos crudos de los cocidos.
Además, recomienda comprar y consumir los mariscos en lugares autorizados, recordar que el jugo de limón no cuece los alimentos y mantener los mariscos refrigerados a menos de 5º C y separados de otros alimentos.