Muchas veces, en nuestras actividades domésticas, podemos vernos afectados por una indeseable y pequeña espina, las que después de quedar alojadas en nuestra piel, pueden provocar un intenso dolor.
“Hay astillas de todas formas y tamaños, y pueden ser de verdad dolorosas”, comentó el Doctor Robert Sidbury, jefe del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Seattle.
“Para reducir el dolor y la posibilidad de una infección, es recomendable sacar las astillas lo antes posible”, agregó el especialista.
Es por esto que a continuación te presentamos algunos consejos que te servirán en aquellos momentos en los que una indeseada astilla se te ha enterrado en alguna zona de la mano.
– Lavar con agua y jabón, y luego secar suavemente la zona en la que entró el elemento.
– En caso de que la astilla sea pequeña, se puede recurrir a una lupa para identificarla. Una buena idea es observar la dirección en la que entró a la piel.
– Utiliza unas pinzas para extraer la astilla, procurando esterilizar las puntas de éstas con alcohol.
– Si ves que la espina es demasiado pequeña, y está por debajo de la piel, puedes intentar sacarla con una pequeña aguja.
– Después de conseguir extraer la astilla, recuerda volver a lavar la zona afectada con agua y jabón.
– Si ves que la astilla es demasiado grande, se ha enterrado de manera profunda o ha provocado una infección, es mejor que consultes a un experto en el tema como un dermatólogo.