A veces nos cuesta regresar a la rutina laboral tras las vacaciones, tiempo en que nos desconectamos y cambiamos nuestra rutina por una más relajada.
¿Cómo evitar que el retorno a nuestras responsabilidades nos impacte tanto? Aquí te damos algunos consejos.
1- Prepara bien tu salida de vacaciones
Una forma de reducir el caos que significa el regreso de vacaciones es asegurarte de preparar bien todo antes de irte, aconseja el portal para emprendedores Entrepreneur.
Por ejemplo, puedes no dejes mensajes sin responder, avísale a todos cuándo te irás y quién te reemplazará, organiza bien las prioridades para que tu o tus colegas sepan cuáles de tus obligaciones usuales son más importantes, etc.
2- Retoma tu rutina los días previos al regreso
Montserrat Amorós, académica del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria de UNIR en España, aconseja en el diario hispano ABC ir retomando nuestra rutina usual en los últimos días de vacaciones, para que el regreso no sea tan repentino.
«Es necesario que, en los últimos días, uno sea consciente de que tiene que volver a trabajar y lo haga de la forma menos traumática posible (…) Si uno tiene que madrugar el lunes después de las vacaciones, es bueno que durante los días previos no se acueste tan tarde y que vaya recuperando rutinas porque estas acciones no son incompatibles con seguir disfrutando de las vacaciones”, sugiere.
3- Avanza con calma
Puede que haya muchas cosas pendientes por hacer cuando regreses, pero Entrepreneur aconseja tener presente que no necesitar realizar todo en tu primer día.
«Una forma de evitar saturarte es intentar no agendar reuniones ni juntas el día que regresas a trabajar. También asegúrate de tomar descansos a lo largo del día para no fatigarte”, indica el portal.
4- Habla con tus colegas
Montserrat Amorós también aconseja conversar sobre las vacaciones con los colegas, lo cual puede contribuir a sentirnos más animados en el primer día de trabajo.
«Cuando uno vuelve de vacaciones, le gusta hablar, contar lo que ha pasado, experiencias, recordar ciertos momentos y, al final, se pasa mucho tiempo con los propios compañeros. Si ellos escuchan y preguntan, también pueden hacer la vuelta un poco más fácil porque se sigue recordando momentos y compartir siempre ayuda a sentirse mejor”, dice.