Es probable que una vez que estás a dieta, sientas enormes deseos de hacer una pequeña “escapada” y probar algo que en teoría no deberías comer.
Es importante tener en cuenta que existe una gran diferencia entre los conceptos de “satisfecho” y “saciedad”.
Estar satisfecho está relacionado con el hecho de haber comido lo suficiente. Por su parte, la saciedad tiene que ver con el tiempo que transcurre hasta que vuelvas a sentir hambre.
Revisa los siguientes consejos para que puedas controlar el hambre.
1- Aprende qué alimentos comer, y cuando hacerlo.
A medidas que vas comiendo, y por consecuencia tu estómago se va llenando, los sensores de tu sistema digestivo le “comunican” a la amígdala cerebral que es tiempo de dejar de comer, sin importar lo que hayas ingerido.
Es por esto que una buena idea es tomar agua antes y durante la comida. Las verduras y frutas también ayudarán a llenar el estómago sin excesivas calorías.
2- Consume fibra
La fibra ayuda a transportar el agua de tu cuerpo y de los alimentos que has consumido hacia el tubo intestinal, lo que ayuda en la sensación de estar satisfecho.
Además, investigadores de la Universidad de Minesota establecieron que la fibra puede aumentar la saciedad debido a que no se digiere en el cuerpo, retardando la absorción de nutrientes.
3- No te distraigas demasiado mientras comes
Según un estudio de Trends in Food Science and Technology, si estás comiendo mientras ves la televisión, escuchas la radio o navegas en internet, tienes más probabilidades de consumir más comida.
4- Tómate tu tiempo para comer
Si en frente te sirven una hamburguesa, y tienes demasiada hambre, probablemente te la comas en muy poco tiempo.
Pero en cambio, si te tomas tus minutos para consumirla, masticarla y digerirla correctamente, te sentirás satisfecho mucho más rápido. Lo anterior se produce porque al masticar lentamente, se incrementan los llamados “factores sensoriales”.