El huevo es un alimento muy saludable, gracias a que es alto en proteína y bajo en carbohidratos. Además de eso, contiene vitamina A, ácido fólico, vitamina B5, vitamina B12, vitamina B2, fósforo y selenio.
También tiene cantidades considerables de vitaminas D, E, K, B6, calcio y zinc, convirtiéndolo en un plato bastante completo y balanceado para acompañar las distintas comidas del día.
No obstante, a veces al cocinarlo de una determinada forma, podríamos estar reduciendo -sin saberlo- la cantidad de componentes que nos aporta.
En ese sentido, el nutricionista Samuel Durán, de la Universidad San Sebastián, explicó a BioBioChile que la forma más saludable de comer un huevo es pochado o hervido.
El motivo es que sólo se necesita agua para cocinarlo de este modo, sin la necesidad de agregar aceite o manteca. Además, gracias a que la yema no entra en contacto con el aire, se reduce su oxidación, maximizando los nutrientes que aporta.
Un tercer beneficio de cocerlo de esta forma es que se elimina la salmonella, incrementando la absorción de la proteína.
Por otra parte, cuando el huevo es frito, la alta temperatura del aceite puede dañar la estructura de la proteína de la clara. Esto debido a que cuando se quema, produce una toxina y ácidos trans con efectivos cardiovasculares negativos.
Si se opta por freír el huevo, se puede utilizar aceite de oliva para que sea un poco más saludable.