Interculturalidad

¿Cómo fomentar la interculturalidad en las organizaciones del Chile actual?

Las sociedades actuales demandan cambios en la integración de las personas con diferentes orígenes o culturas. Estas peticiones también se extienden de manera transversal, desde las normativas legales hasta el desarrollo de actividades cotidianas como el trabajo.

En este sentido, surge un concepto clave que engloba parte importante de este desafío social. Se trata de la interculturalidad, un término usado para referirse a la “presencia e interacción equitativa de diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo”, consigna la Unesco.

En Chile, esta idea se lleva trabajando desde hace décadas a nivel de Estado con los pueblos originarios de nuestro país, pero en los últimos años ha ganado más relevancia tras la llegada de extranjeros provenientes de diferentes países latinoamericanos.

Para lograr una sociedad cohesionada e integrada, las empresas y organizaciones juegan un rol clave al momento de promover la interculturalidad en sus políticas internas. Bajo este contexto, Aurelia Balcells, gerenta de comunidad y diversidad de IST (Instituto de Seguridad del Trabajo), explica que este concepto es primordial en el desarrollo de las instituciones.

“En la perspectiva intercultural, hay un intercambio dentro del respeto mutuo, en que existe una colaboración y enriquecimiento de ambas culturas. Además, esta relación se basa en los principios de dignidad, justicia, respeto y convivencia”, menciona la experta del IST.

Interculturalidad en el Chile actual

El tema de la interculturalidad ha comenzado a tener un mayor interés público con el aumento significativo de extranjeros, principalmente de otros países latinoamericanos como Haití, Perú, Colombia o Venezuela.

Según Aurelia Balcells, “hay organizaciones y políticas públicas orientadas a la interculturalidad, pero esto es relativamente nuevo en Chile. Estamos en proceso de aprendizaje e implica cambios culturales que son progresivos y también comprensiones que no son fáciles de asimilar dentro de las culturas”.

“Tenemos grupos de personas que son distintos y que tienen tradiciones, culturas y comprensiones distintas. La idea es salir de la lógica de que hay una cultura dominante, superior o más avanzada, y pasar a una perspectiva horizontal, de justicia y de dignidad”, acotó la experta del IST.

Cabe mencionar que cuando conviven culturas distintas se pueden experimentar choques interculturales, los que “ponen en evidencia ciertos sesgos como la discriminación o racismo, y que están basados en el desconocimiento y desconfianza hacia el otro”, puntualizó la especialista.

En este sentido, si existe el desconocimiento como base, el primer paso para construir una sociedad intercultural es conocer y aprender del otro.

¿Qué rol cumplen las instituciones en esta materia?

Al ser una realidad latente en cada aspecto de nuestra sociedad actual, las empresas y organizaciones, tanto públicas como privadas, tienen un rol clave para promover la integración de las diferentes culturas que conviven en nuestro país.

Desde este punto de vista, instituciones como IST han procurado desarrollar esta área tanto de manera interna, específicamente en el área de comunidad y diversidad, como con sus adherentes.

“Si entendemos a las organizaciones como entidades que tienen un impacto en la sociedad, también debemos adoptar una perspectiva en la cual se comprende que las personas no están disociadas de su entorno. Como IST ese tema nos preocupa y estamos desarrollando programas tanto internos como con nuestros adherentes”, aseguró Balcells.

“Además, no se trata solo de trabajar en temas de interculturalidad con los adherentes, sino también en temáticas que incluyen la diversidad y equidad de género entre otros”, agregó.

En este sentido, para incorporar de manera efectiva este aspecto en las instituciones nacionales en esta materia, la experta menciona que lo fundamental es centrarse básicamente en la educación, comprensión y conocimiento.

“En IST confiamos que, al ser educadas en esa comprensión, las organizaciones son capaces de generar espacios que sean inclusivos en todos los sentidos. En la medida que se pueda expandir esta sensibilización a la mayor cantidad de organizaciones, empezaremos a construir un Chile intercultural”, señaló.

Dentro de esta tarea que desarrollan las instituciones, se tiene que sumar el fomento a la no discriminación e informar sobre las bases jurídicas y de derecho que todas las personas tienen.


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