El aire acondicionado es un electrodoméstico costoso, por lo que es poco común verlo en las viviendas. Sin embargo, es más usual contar con ellos en oficinas y tiendas, así que igualmente hay quienes se ven expuestos a ellos de forma diaria.
Este método de ventilación nos permite enfriar una habitación en verano, o calentarla durante el invierno, lo cual hace más placentera la estadía. Otra de sus ventajas es que hay varios que permiten filtrar el aire exterior que está contaminado. Pero junto a sus beneficios, también hay que considerar los riesgos que puede representar para la salud cuando no se utiliza de forma correcta.
Dependiendo del modo de uso, podría aumentar o reducir el riesgo de contagio de coronavirus
Cuando se trata del coronavirus, la ventilación de los interiores es vital para prevenir el contagio por vía áerea. El aire acondicionado en sí no representa un riesgo, es más bien el modo en que se usa lo que puede resultar problemático.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que “en los espacios cerrados, el movimiento del aire puede transportar virus exhalados por una persona infectada directamente a otra, lo cual puede aumentar la transmisión. Si la covid-19 circula en su comunidad y es inevitable utilizar un ventilador de mesa o de pie, es importante que haya una buena ventilación con aire exterior mediante la apertura frecuente de las ventanas o las puertas al tiempo que se reduce al mínimo el aire que sopla de unas personas a otras”.
Esto mismo aplica para máquinas de aire acondicionado: es relevante que no reciclen el mismo aire todo el tiempo, es decir, no deberían ser configuradas en modo de recirculación o split. En lugar de ello, deberían tomar del exterior, para que se renueve constantemente.
“Los sistemas bien mantenidos y utilizados pueden reducir la propagación de la covid-19 en los espacios interiores, ya que logran que la tasa de renovación de aire sea más elevada, reducen la cantidad de aire reciclado y aumentan el uso del aire exterior. No deben utilizarse los modos de recirculación. De forma periódica, es necesario inspeccionar los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, hacer el mantenimiento pertinente y limpiarlos”, explica la OMS.
La mala mantención puede aumentar gérmenes y alérgenos en el ambiente
Es vital que el aire acondicionado tenga una buena instalación y mantención frecuente, de lo contrario, es muy fácil que gérmenes se acumulen allí, lo cual puede ser un riesgo, en especial para las personas que ya tienen problemas respiratorios. Dichos problemas se pueden evitar si lo limpiamos constantemente.
La neumóloga Carmen Diego indica a la cadena británica BBC que “el problema cuando un sistema no está debidamente mantenido es que puede acumular gérmenes u otro tipo de sustancias orgánicas y eso sí puede ser nocivo para la salud (…) No debemos olvidar que la neumonía por legionela se descubrió precisamente por el circuito de aire acondicionado en una convención de veteranos llamada Legión Americana en un hotel de Estados Unidos (acontecimiento ocurrido en 1976, provocado por una bacteria que se transmite por vapor de agua)”.
En esa misma línea comenta el Dr. Wassim Labaki, profesor de Medicina Interna y neumólogo de la Universidad de Michigan, quien dice al periódico digital estadounidense The Huffington Post que “los sistemas de aire acondicionado son susceptibles a recolectar organismos infecciosos y alérgenos (sustancias que tienden a provocar hipersensibilidad en varias personas), como los ácaros del polvo. Por eso mismo, el mantenimiento apropiado, incluyendo un cambio regular del filtro, es esencial para prevenir la circulación de aire poco saludable”.
El aire muy frío puede irritar las vías respiratorias de personas sensibles
Todos reaccionan diferente ante el aire frío. Si estás en una oficina con múltiples colegas, por ejemplo, puede que algunos de ellos, con un sistema respiratorio más sensible, sienta irritación en la garganta o la nariz producto del aire a baja temperatura.
La Dr. Carmen Diego expresa a la BBC que “puede haber molestias orofaríngeas por el propio mecanismo irritante que tiene el aire frío. Y aunque esto ocasiona molestias no es peligroso. Pero hay gente más sensible que otra”.
“Habitualmente esas faringitis suelen ser por irritación. Es simplemente por el efecto de irritación sobre las vías aéreas que tiene el aire frío. Es un factor físico que produce una inflamación a nivel de vías aéreas superiores, la faringe o laringe o incluso a nivel de bronquios”, añade.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, BBC, The Huffington Post.