En nuestras articulaciones tenemos bolsas sinoviales, que están rellenas de líquido, el cual sirve para amortiguar el movimiento de los huesos, tendones y músculos. Cuando éstas se inflaman, se produce un trastorno llamado bursitis.
Son diversas las causas que pueden provocar esta condición, pero las principales tienen que ver con realizar movimientos repetitivos que sobrecargan las articulares.
Algunos de estos tienen directa relación con ciertas tareas que muchos trabajadores pueden toparse en sus empleos, entre ellos: levantar objetos por encima de la cabeza en repetidas ocasiones, apoyarse en los codos por largos períodos de tiempo, y con frecuencia estar arrodillado, para realizar actividades como alfombrar, instalar baldosas o azulejos, jardinería, pintar y tocar un instrumento musical.
Otros factores de riesgo son la edad, algunos deportes y las artritis inflamatorias, como la artritis reumatoide, la gota y las infecciones, expresa la clínica estadounidense Mayo.
Los principales síntomas de la bursitis son sentir una articulación adolorida y/o rígida, lo cual empeora cuando la mueves o la presionas, y tiene apariencia hinchada y enrojecida.
El recinto médico acota que usualmente la situación puede mejorar cuando se descansa la articulación afectada, pero que es conveniente consultar a un médico si se presenta incapacidad repentina para mover una articulación, hinchazón excesiva, enrojecimiento, hematomas o una erupción cutánea en la zona afectada, y un dolor agudo o punzante, especialmente cuando haces ejercicio o te exiges físicamente.
Cómo aliviar el dolor
Además del tratamiento correspondiente que te receta el médico, hay algunas medidas que puedes tomar para aliviar el dolor.
Una de ellos es aplicar hielo -envuelto en una toalla- en la zona afectada entre 3 y 4 veces al día, durante los primeros 2 a 3 días, por 15 minutos, aconseja la enciclopedia médica MedlinePlus.
También recomienda no acostarse hacia el lado donde está la articulación resentida, y no quedarse dormido con el hielo puesto, porque la sustancia fría puede quemar la piel.
Si la bursitis es en la cadera, rodilla o tobillo, es preferible no estar de pie por mucho tiempo, pararse sobre una superficie suave y acolchada con igual peso en cada pierna, y colocar una almohada entre las rodillas cuando estás acostado de lado.