Los lunares son aquellos crecimientos cutáneos -de variados tonos- que podemos encontrar en diferentes partes de la piel, los que pueden ser tanto protuberantes como planos.
Si bien son sumamente comunes entre las personas, es importante fijarse en aquellos lunares que pueden resultar peligrosos para nuestra salud, como los melanomas (cancerígenos).
Es por esto que a continuación presentaremos las características que estos pueden presentar y que podrían ser un llamado de atención para que visites un dermatólogo.
¿Cómo identificar un melanoma?
Si al revisar tu cuerpo notas que un lunar (o marca de nacimiento) está dividido en dos partes que no son iguales, pueden ser un melanoma. Otro aspecto a considerar es su tamaño: si tiene más de un centímetro, puede ser indicio de que algo no anda bien.
Además aquellas manchas que aparecen sorpresivamente y que de un día para otro comienzan a tornarse negro, necesitan ser controladas por un especialista. Los lunares que no son homogéneos, es decir, que presentan más de un color, también necesitan ser observados con atención.
Respecto a sus formas, los lunares benignos generalmente tienen sus bordes claramente definidos, por lo que en caso contrario es aconsejable ver a un experto. Dolor, sangrado o inflamación son otros claros síntomas de que lo mejor es visitar a un experto.