Sucede cuando uno menos se lo espera: estás ordenando los papeles de un informe, cerrando una carta para ponerla dentro del sobre o colocando una resma de papel nueva en la impresora. Y ahí aparece, en la punta del dedo, un corte superficial que casi no sangra pero que duele más de lo que uno imaginaría.
El sitio Live Science explica que los dedos de la mano tienen una gran concentración de nociceptores (receptores del dolor), esto los hace altamente sensibles para así cumplir de manera más eficaz su función de explorar el medioambiente.
El hecho de que además estos cortes casi no sangren hace que la herida demore más en cerrar y quedan expuestos por más tiempo, por lo mismo el malestar tarda en pasar. Y si hablamos de los riesgos, cualquier herida por pequeña que sea tiene la posibilidad de infectarse.
A continuación, te dejamos algunos consejos para tratar un corte por papel para que sane más rápidamente.
1- Límpialo dejando caer agua de la llave.
2- Déjalo que se cure por sí solo, el aire ayudará a secar la herida.
3- Puedes usar un parche si la herida está sangrando o si está ubicada en una zona que se ensucia para mantenerla limpia. Eso sí, es recomendable cambiarlo si se humedece o mancha.
4- Otra alternativa según la Biblioteca de Medicina Nacional de Estados Unidos, es utilizar un adhesivo cutáneo o apósito líquido que sella la cortadura luego de sólo una aplicación. Con esto, disminuyen las probabilidades de contraer una infección, ya que la herida quedaría bien cerrada.
5- Usar gel de aloe vera podría ayudar a acelerar el proceso de sanación.
6- Una vez que la herida comienza a sanar, se recomienda quitar el parche curita para que reciba oxígeno.