Si te gusta usar la bicicleta para hacer ejercicio, probablemente te preguntarás si es más efectivo ir a una clase de spinning en el gimnasio o salir a pedalear a la calle. La verdad es que –a pesar de sus similitudes- se trata de ejercicios diferentes que permiten trabajar distintas zonas del cuerpo y del corazón.
El sitio Magazine Fox News explica que lo primero es entender que la mayoría de las bicicletas disponibles en una clase de spinning difieren de la típica rutera o mountainbike. La razón es que tienen un disco de inercia que pesa entre 13 y 18 kilos, que es lo que genera la resistencia mientras se pedalea.
Este disco hace que los músculos isquiotibiales (la parte posterior del muslo) tengan que esforzarse más para desacelerar los pedales. En cambio, en una bicicleta para el exterior se pedalea contra la fricción del camino y la resistencia del viento, lo cual exige más esfuerzo a los cuádriceps y flexores de cadera.
Al pedalear en el exterior se trabaja además el equilibrio y los brazos, ya que éstos manejan el manubrio y son esenciales para mantener el balance. En cambio, en la clase de spinning no sucede lo mismo, sin embargo algunos instructores piden hacer flexiones de brazo sobre el manubrio para compensar esta área.
Un estudio realizado por el Consejo Americano en Ejercicio determinó que, en cuanto al desarrollo cardiovascular, la clase de spinning aumentaba mucho más los latidos del corazón. Quienes realizan esta disciplina trabajan entre el 75 al 96% de pulsaciones. En cambio, al pedalear en el exterior es difícil alcanzar esos niveles, especialmente para quienes no son ciclistas profesionales ya que es más complicado acelerar mientras hay que balancear la bicicleta, prestar atención al camino y no tener la motivación de un instructor.
En cuanto a la conveniencia, la clase de spinning tiene lugar en un gimnasio con temperatura controlada y no se ve afectada por las variaciones climáticas, además es más segura. En cambio, salir a pedalear implica planificar la ruta, fijarse en el clima y cuidarse de los riesgos del camino (vehículos, peatones, terrenos disparejos, etc.).
Ambos son excelentes ejercicios y la elección dependerá de las preferencias personales. Por ejemplo, si te preocupa el tráfico probablemente spinning es la mejor opción. En cambio, si se es un ciclista con más técnica y se considera que es monótono pedalear en una bicicleta estática, entonces salir al aire libre es una buena alternativa.