Durante los días de bajas temperaturas las enfermedades del oído suelen presentarse con mayor frecuencia, ya que el frío facilita las infecciones tanto de origen bacteriano como viral.
Uno de los malestares que se puede presentar es el de la otitis, cuya presencia se puede extender hasta unas dos semanas y que es provocada por una inflamación (e infección) del oído medio, el que está ubicado justo por detrás del tímpano.
Este tipo de infecciones se caracteriza por desarrollarse rápidamente y por ser sumamente dolorosa, razones por las que se hace importante revisar los principales síntomas.
En el caso de los bebés y niños, la otitis los lleva a rascarse y tocar sus orejas, al mismo tiempo que pueden presentarse problemas de audición, fiebre, irritabilidad y vómitos. Por su parte, en los jóvenes y adultos los síntomas pueden incluir dolor de oídos, problemas de audición, sensación de presión, fiebre, mareo, náuseas e incluso pérdida de equilibrio.
Cabe consignar que los más pequeños tienen mayorer posibilidades de sufrir esta enfermedad debido a que aún no tienen completamente desarrollados sus oídos y garganta. En este tipo de casos es importante recurrir por ayuda de un especialista, ya que no necesariamente un dolor en el oído es sinónimo de otitis.
Las infecciones del oído generalmente responden bien a los tratamientos recetados por los médicos. Si bien estos malestares no son potencialmente mortales, pueden resultar bastante molestos e incómodos.