Diariamente nos vemos en la necesidad de cumplir con múltiples compromisos tanto en nuestra vida personal como también en el aspecto laboral.
Esto puede dificultarnos la tarea de poder mantener un determinado horario para nuestras comidas, ya que no siempre sabemos la hora precisa en la que nos desocuparemos de ciertas actividades.
No obstante, algunas investigaciones han determinado que mantener un horario para nuestras comidas puede ser sumamente beneficioso para nuestra salud.
Cabe consignar que en un comienzo el ser humano era cazador y recolector, por lo que las presas de caza eran la base de su alimentación (proteínas y lípidos) además de algunas frutas silvestres (alto contenido en fibras y bajo índice glicémico).
El estilo de vida del hombre hacía que su gasto energético fuera alto, tanto por las pruebas físicas que debían realizar (cazar) como también por las precarias condiciones de vida. De esta manera el funcionamiento del organismo comenzó a cambiar. Hoy en día, la absorción de las grasas se produce de forma eficaz y casi completa en el intestino delgado.
De hecho, científicos del King´s College de Londres indicaron que alimentarnos cada día en horarios diferentes, podría generar un síndrome metabólico a largo plazo. Esto puede traer como consecuencia que la persona desarrolle hipertensión arterial, diabetes tipo 2 u obesidad.
Los investigadores piensan que mantener un horario desordenado para nuestra alimentación tiene influencia en nuestro reloj biológico, el que generalmente obedece a un ciclo de 24 horas, así como también lo hacen otros procesos metabólicos como la digestión y el apetito.
Dicho de otro modo, si almuerzas a las 14:00 horas y al día siguiente lo haces a las 16:00, tu cuerpo podría sentirse “fuera de control”.
¿Pero por qué los expertos recalcan la importancia de mantener un horario en nuestras comidas?
Básicamente apuntan a tres razones: en primer lugar, mantener un orden nos permitirá tener un mejor control en el peso. Ten en cuenta que sentarse a comer con mucha hambre sólo nos llevará a comer más de lo que necesitamos. Dicho de otro modo, seguir un horario en nuestra dieta nos llevará a mantener el metabolismo en buen estado.
En segundo lugar, esta práctica nos ayudará a la prevención de numerosos trastornos como la diabetes o enfermedades cardiovasculares. Un horario desordenado en las comidas lleva a una asimilación de los alimentos que no es la óptima, lo que genera un aumento en el nivel del colesterol.
En tercer lugar, saltarse algunas comidas (y no mantener un control en el horario) promueve el aumento de la acumulación de grasa, lo que por ende puede llevar a un sobrepeso. La razón de esto es bastante simple: si el metabolismo se ve alterado por un horario desordenado en la dieta, el organismo tendrá un funcionamiento deficiente.