Una de las prácticas más comunes que realizamos para endulzar nuestra bebidas y comidas es la de agregarles un par de cucharadas de azúcar.
Esta es la razón por la que este producto se haya convertido en uno de los alimentos habituales en nuestros hogares.
Este alimento, se obtiene a partir de la caña de azúcar y de la remolacha, es una importante fuente de calorías, también denominadas calorías vacías. Éstas son aquellas que presentan elevados niveles de calorías pero una baja concentración de nutrientes. Las calorías vacías suelen contener elevadas proporciones de carbohidratos de absorción rápida como los mono y disacáridos, y de lípidos poco saludables como las grasas saturadas. Por lo que su consumo excesivo podría generar problemas de peso.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar no supere el 10% de las calorías diarias consumidas. Además, sostiene que en el caso de los niños, existe una directa relación entre el nivel de ingesta de azúcares libres y las caries dentales.
“Las pruebas científicas sugieren tasas más altas de caries dental cuando el nivel de ingesta de azúcares es superior al 10% de la ingesta calórica total en comparación con lo que ocurre cuando es inferior al 10% de la ingesta calórica total”, indica el informe “Ingesta de azúcares para adultos y niños” de la OMS.
Especialistas, como el doctor Mehmat Oz, advierten además sobre su alto poder adictivo que tiene. El excesivo consumo de azúcar aumenta los niveles de triglicéridos en la sangre (tipo de grasa que almacena calorías adicionales de azúcar).