La vitamina C puede resultar bastante beneficiosa para nuestro organismo por múltiples razones.
A diferencia de la vitamina D, la primera no puede ser producida por el cuerpo de forma natural, razón por la que es importante consumir diariamente alimentos que la contengan.
De acuerdo al sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo.
De esta manera, se transforma en un nutriente de mucha importancia para la producción de piel, tendones, ligamentos y los vasos sanguíneos. Permite que las heridas sanen correctamente además de reparar y mantener el cartílago, huesos y dientes.
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La presión sanguínea es otro de los aspectos de la salud que se ve beneficiada ya que la vitamina C interviene en su regulación, lo que ayuda a prevenir el colesterol y arterioesclerosis.
Además, debido a que colabora en la irrigación sanguínea del globo ocular, puede tener beneficios en problemas a la vista como las cataratas.
Consumo de vitamina C
Algunos alimentos que contienen elevada presencia de la vitamina C son el perejil, brócoli, pimientos, frutillas, naranjas, limones, papayas y coliflor.
Los especialistas recomiendan consumir 90 mg de vitamina C para los hombres de manera diaria, mientras que en el caso de las mujeres aconsejan 75 mg.