Durante la temporada otoño-invierno es común que los servicios médicos registren una mayor atención de cuadros clínicos asociados con enfermedades respiratorias. Una situación que no es ajena a esta época del año, ya que las bajas temperaturas generan las condiciones perfectas para la proliferación de estas patologías.
El doctor Guillermo Farmer, médico y gerente de Salud Ocupacional del IST (Instituto de Seguridad del Trabajo), explicó que las enfermedades más incidentes y prevalentes en invierno son las patologías respiratorias infectocontagiosas, causadas por virus.
Los principales agentes patógenos observados durante los últimos años en Chile son el Virus Respiratorio Sincitial, Adenovirus, Parainfluenzae, Influenzae, Metapneumovirus y SARS-CoV-2 (Coronavirus) y Rinovirus.
“Las infecciones virales son enfermedades autolimitadas, es decir, nosotros fabricamos las defensas que detienen la replicación del virus dentro de nuestro cuerpo y con ello tendemos a la recuperación de la salud al cabo de pocos días”, señaló el especialista.
No obstante, “es necesario el cuidado general y uso de medicamentos para controlar los síntomas como antipiréticos, antiinflamatorios y/o antitusígenos”, detalló el experto.
¿Cómo afectan estas enfermedades a los trabajadores?
La visión contemporánea sobre las condiciones laborales reconoce que enfermedades comunes como las respiratorias no solo afectan al trabajador, sino también a su entorno familiar y profesional. Esto subraya la importancia de integrar factores extralaborales en la gestión de la seguridad y salud ocupacional.
En este sentido, el especialista del IST sostuvo que las empresas y organismos deben enfocarse tanto en la prevención de enfermedades profesionales como no profesionales para asegurar el bienestar integral de los trabajadores.
“Los factores extralaborales como son las enfermedades respiratorias “comunes” (no profesionales), influyen en la calidad de vida laboral y no sólo afectan al trabajador, sino también a su familia y entorno. La prevención y el control de todo tipo de enfermedad profesional y no profesional es esencial para el cuidado de la vida, la seguridad y la salud en el trabajo”, comentó el doctor Farmer.
¿Qué medidas preventivas se deben implementar para prevenir estas enfermedades?
En invierno y otoño, las enfermedades respiratorias experimentan un marcado aumento, causando preocupación entre la población y los sistemas de salud. Ante esta situación, los expertos enfatizan la importancia de adoptar medidas preventivas para mitigar la propagación de virus y otros patógenos.
Lavarse las manos con agua y jabón es la principal recomendación, por su eficacia para eliminar gérmenes acumulados en las manos y que fácilmente llegan a la boca o la nariz.
Respecto a este punto, el profesional del IST enfatizó que “el lavado frecuente de manos es recomendable, sobre todo luego de los saludos al estrechar las manos o luego del uso de pasamanos y manijas de puertas”.
El doctor Farmer señaló que “las medidas preventivas no se deben limitar a aquellas tradicionales como es el uso de mascarilla en lugares cerrados o con aglomeración de personas como es el transporte público u otros ambientes cerrados”.
Por otra parte, mantener una correcta ventilación en lugares cerrados es crucial, ya que los ambientes poco ventilados favorecen la acumulación de partículas virales en el aire.
El uso de mascarillas en espacios concurridos y el evitar el contacto cercano con personas enfermas también son prácticas recomendadas.
Asimismo, vacunarse contra la influenza y el virus sincicial respiratorio puede proporcionar una capa adicional de protección, especialmente para grupos de riesgo como niños, ancianos y personas con condiciones preexistentes.
Implementar estas medidas ayudan a proteger la salud individual y generar un ambiente libre de patógenos en el espacio de trabajo, si no que también contribuye a la disminución de la carga sobre hospitales y clínicas durante los meses más fríos.