Si comenzamos a recordar nuestra infancia, de seguro se vendrán imágenes de muchos amigos con los que compartimos en aquella hermosa etapa. Varios de ellos ya son parte de nuestro círculo social, sin embargo puede ser que algunos pocos sigan siendo cercanos a nosotros.
Es por esto que es necesario preguntarse, ¿qué tan importante son este tipo de lazos en nuestro crecimiento?
Algunos expertos tienen la respuesta. De acuerdo a Silvia Álava, psicóloga del centro Álava Reyes Consultores y autora del reciente libro “Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia”, señala que la amistad que tenemos hasta los 12 años es muy diferente a la que mantenemos en la adolescencia.
Hasta los 7 años los amigos son circunstanciales, es decir, son con los que los pequeños se juntan a jugar en el la plaza, jardín, etc. A contar de los 9 años aproximadamente estos lazos se intensifican y comienzan a nacer ciertos afectos.
A partir de los 10-12 años, los grupos de amistades se agrandan. En el caso de los hombres suelen a girar en torno al deporte, mientras que las mujeres tienden a tener grupos más cerrados en los cuales se cuentan sus secretos.
Algunas recomendaciones para los padres es que permitan que sus hijos tengan grupos amplios de amigos, ya que así se fomenta la “socialización”.
Además, actividades como ir a almorzar donde algún compañero de colegio también es beneficiosa, aunque la experta advierte que estas decisiones deben ser siempre consultadas a los padres.
En general, se señala que las amistades permiten desarrollar la seguridad en los niños, que tengan un mejor concepto de sí mismos, mejores habilidades sociales y mayor capacidad para regular sus emociones.