El cambio climático está impactando cada vez más al mundo y la agricultura lo ha estado sintiendo desde hace tiempo. Las temperaturas extremas, la sequía y las catástrofes naturales están provocando que sea cada vez más difícil realizar este tipo de labores.
Al punto de que, debido a esto, el sector agrícola perdió al menos 108.000 millones de dólares entre 2008 y 2018 en los países en desarrollo, según un nuevo estudio de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).
Es más, considerando todos los sectores de la economía, el agrícola es el más afectado por los fenómenos climáticos, padeciendo el 63% de las repercusiones, mucho más que otras áreas como la industrial y el turismo.
En cuanto al detalle por región, América Latina y el Caribe está en tercer lugar entre las más afectadas, con pérdidas por 29 mil millones de dólares en ese período. El continente africano en tanto, registró 30 mil millones de dólares en daños agrícolas. El caso de Asia se presenta como el más dramático, con 49 mil millones en pérdidas.
Otro dato, es que la incidencia anual de catástrofes en los últimos años triplica con creces la registrada en las décadas de 1970 y 1980, afirma Naciones Unidas.
Es importante destacar que la pérdida no sólo es monetaria: todos los alimentos que fueron destruidos producto de los factores climáticos en el período estudiado equivalían a 6,9 mil millones de calorías al año. Dicho de otro modo: toda esa producción agrícola y ganadera habría servido para alimentar anualmente a 7 millones de adultos.
Las sequías son lo peor
De todos los fenómenos meteorológicos, el que más afecta a la agricultura es la sequía, un problema que también ha perjudicado enormemente a los agricultores chilenos en los últimos años.
De acuerdo al informe, la escasez hídrica costó a los países de ingresos bajos y medianos, unos 37.000 millones de dólares entre 2008 y 2018.
A los desastres climáticos, le siguen las inundaciones, las tormentas, las plagas, las enfermedades, y los incendios forestales.
Por otra parte, la ONU destaca que aun cuando no tuvo impacto en el informe publicado, durante el último año las labores agrícolas se han precarizado aún más por efecto del coronavirus.