Con el aumento de las temperaturas y la eventual llegada del verano, es recomendable reforzar la protección solar y buscar formas de mantenernos frescos, en especial ahora que estamos pasando más tiempo en el hogar, ya sea en el interior o en el patio o balcón.
Quienes necesitan aún más cuidados que el resto son los bebés porque su piel ultra sensible puede ser fácilmente dañada por los rayos UV.
Al respecto, el portal Healthy Children, de la Asociación Americana de Pediatría, recalca que hay que mantener alejados del sol a los menores de 6 meses o, al menos, no expuestos a la luz directa.
Lo mejor es mantenerlos bajo la sombra y vestirlos con ropa que bloquee la mayor cantidad de luz posible, esto último siendo aplicable para niños de todas las edades.
“Elija prendas de tejido cerrado o tupido; brindan mejor protección que las prendas de tejido ligero. Si no está seguro de cuán tupido es el tejido de una prenda, levántela para ver cuánta luz pasa a través de ésta. Cuanta menos luz pase, mejor”, indica el organismo médico.
Igualmente existe ropa diseñada para bloquear los rayos ultravioletas, en cuyo caso deberían tener una etiqueta que indique el factor de protección ultravioleta (FPS).
Y si quieres proteger a un bebé menor de 6 meses con crema protectora solar, puedes ponerle en áreas pequeñas, como la cara.
En el caso de los mayores de 6 meses, es seguro aplicarles en cualquier zona del cuerpo. Y para todas las edades, siempre procura mantener el producto alejado del contorno de ojos, a menos que se trate de uno especialmente diseñado para ello.
“Si su bebé se frota los ojos y el protector solar se penetra en ellos, lávele los ojos y las manos con un paño húmedo”, añade.
Y si el protector solar genera algún efecto adverso, como irritación, prueba con otro o, mejor aun, consulta a un médico.