Existen diferentes tipos diabetes, y una de ellas se presenta únicamente en las mujeres embarazadas. Puede darse en quienes nunca antes han tenido esta enfermedad, y suele detectarse entre las 24 y 28 semanas.
Conocida como diabetes gestacional, se da porque el cuerpo puede no nivelar bien el azúcar en la sangre durante esta etapa.
Según explican en su sitio web los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), esta patología puede manejarse por medio de una dieta saludable y actividad física frecuente, pero en ocasiones es necesario tomar insulina, algo que deberá determinar el médico tratante.
Lo complejo es que usualmente no presenta síntomas, de acuerdo a la clínica estadounidense Mayo, por lo que muchas podrían no darse cuenta que la padecen a menos que se hagan exámenes con regularidad.
Se desconoce qué causa la patología, pero algunos factores que pueden aumentar la probabilidad de padecerla son tener más de 25 años, los antecedentes médicos familiares o personales, el sobrepeso y el grupo étnico (las mujeres de origen afroamericano, hispánico, indígena estadounidense o asiático tienen un riesgo mayor de padecer diabetes gestacional, no se sabe por qué).
La buena noticia es que en la mayoría de los casos, los bebés nacen completamente sanos, pero si no se controla puede incrementarse la posibilidad de tener complicaciones como sobrepeso del menor, nacimiento prematuro, síndrome de dificultad respiratoria, hipoglucemia (baja azúcar en la sangre) y diabetes tipo 2 de por vida.
Respecto a las madres, puede subir su riesgo de tener presión arterial alta, preeclampsia (complicación grave del embarazo que provoca presión arterial alta y otros síntomas) y diabetes en el futuro.
Para prevenirla, la clínica Mayo aconseja llevar una dieta saludable, con alimentos ricos en fibra, poca grasa y bajas calorías; realizar ejercicio durante el embarazo; y mantener un peso balanceado, junto con estar en constante contacto con el médico tratante.