A veces tenemos tantas cosas que hacer que simplemente no nos alcanza el tiempo. Por lo mismo es que podemos tender a sacrificar nuestras horas de sueño para realizar otras actividades.
Si haces eso con frecuencia y terminas acostándote muy tarde durante varios días a la semana, podría comenzar a afectar tu salud a largo plazo. Aquí te contamos un poco más sobre esas posibles consecuencias.
1- PUEDE AUMENTAR EL RIESGO DE PRESIÓN ALTA
Un estudio realizado por científicos fineses concluyó que quienes tienden a acostarse tarde pueden tener hasta 30% más de riesgo de padecer presión alta, en comparación a quienes prefieren irse temprano a la cama y levantarse de madrugada.
2- PUEDE INCREMENTAR LA PROBABILIDAD DE DIABETES
El mismo estudio vinculó el trasnochar con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Esto es algo que también han advertido otras investigaciones, indica la revista estadounidense Health.
3- PUEDE AFECTAR EL METABOLISMO
Kristen Knutson, doctora en Neurología de la Universidad Northwestern (Estados Unidos), explicó a Health que, al acostarnos muy tarde, se podría alterar nuestro metabolismo.
La razón es que “cuando hay un desajuste y no estás haciendo lo que tu cuerpo espera que hagas a cierta hora, puede no saber cómo manejarlo. Por ejemplo, puede procesar la comida o la glucosa con más lentitud”, dijo.
4- PUEDE HACERNOS MÁS PROPENSOS A ADICCIONES
Juan Francisco Díaz, psicólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, explica al periódico español El País que otra consecuencia de trasnochar con frecuencia, es que puede hacer que algunas personas sean más propensas a tener adicciones.
El motivo, de acuerdo con el académico, es que quienes se acuestan muy tarde “tienen mayor necesidad de activarse” durante la noche, horario cuando el cuerpo humano comienza a sentirse naturalmente más cansado, y “por eso suelen abusar del café, el tabaco o el alcohol”, acota.