El chocolate, con su sabor delicioso y su suave textura, es uno de los aperitivos favoritos de muchas personas alrededor del mundo.
De sus distintas variedades, el más “saludable” es el amargo o negro, que se destaca por tener un alto contenido de cacao. A su vez, puede tener menos azúcar y leche que otros, o nula en algunos casos, por lo que puede ser consumido por personas diabéticas o intolerantes a la lactosa.
Junto con ser rico, el chocolate amargo podría traer varios beneficios a la salud gracias al cacao, sobre los cuales te contamos a continuación.
Eso sí, esto corre siempre que se consuma con moderación, pues este alimento tiene unas 600 calorías por cada 100 gramos, así que comer mucho podría propiciar el aumento de peso. Para conocer más sobre ello, te invitamos a leer nuestra nota ¿Por qué es recomendable consumir chocolate con moderación?
1- Tiene muchos nutrientes
Uno de los primeros beneficios que podemos destacar es que el chocolate negro tiene muchos nutrientes.
Al respecto, el portal estadounidense HealthLine especifica que 100 gramos de chocolate que tenga 70% a 85% de cacao, pueden contener 11 gramos de fibra y bastante hierro, magnesio, manganeso, cobre, potasio, fósforo, zinc y selenio.
2- Podría prevenir la presión alta
Gracias a que contiene un compuesto conocido como flavonoides, este tipo de chocolate podría ayudar a relajar las arterias, propiciando que la sangre fluya con más facilidad y que se reduzca la presión sanguínea, acota HealthLine.
3- Podría prevenir infartos
Una investigación de académicos finlandeses concluyó que el chocolate negro también podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir un infarto en un 17%, informa el periódico británico The Telegraph.
4- Puede ayudar a reducir el colecterol
Una indagación japonesa descubrió que el consumo de cacao también podría contribuir a la reducción del LDL, que es el colesterol malo.
5- Puede proteger nuestra piel
Otro estudio, esta vez de Alemania, indica que los flavonoides que contiene el cacao también pueden ser muy beneficiosos para la piel: podrían fortalecerla contra el sol, contribuir a su hidratación, incrementar su densidad y aumentar el flujo de sangre hacia ella.