Hernán Piñera | Flickr (CC)

4 medidas que puedes tomar para mejorar tu calefacción y ahorrar en ella

Estamos en medio de otoño y el frío comienza a calar de a poco nuestros hogares, oficinas, lugares de estudio, entre muchos otros. Cada día el ‘hielo’ se siente más y el sol deja de entregar el calor suficiente que necesitamos. Las mañanas se hacen más difíciles con bajas temperaturas que incluso llegan a los 0 grados Celsius.

En consecuencia, comenzamos a utilizar nuestros distintos métodos de calefacción para así disminuir la sensación de frío y poder realizar nuestras actividades rutinarias de la mejor manera posible. Evitando así las manos heladas y el frío que puede sentirse en la espalda y las piernas.

Algunos escogen la calefacción eléctrica: una del tipo seco que es efectiva y genera poca contaminación intradomiciliara. Otros siguen utilizando leña, la cual logra temperar grandes lugares, en particular a las estufas de cañón, ya que este transmite gradualmente el calor, temperando el volumen de aire al interior del domicilio. Sin embargo, estas últimas son las que más contaminan el medio ambiente, por lo que su uso, en lo recomendable, debe ser controlado. Sobre todo en ciudades como Temuco, Osorno y Santiago que sufren problemas de contaminación.

También están las estufas en base a kerosene/parafina, las cuales liberan un calor húmedo el cual puede contribuir con la humedad percibida en el hogar y facilitar la aparición de hongos. Logran calefaccionar rápidamente y a un costo moderado. Eso sí, también las hay con cañón hacia el exterior y así se evitan los problemas antes mencionados.

Por último, la calefacción central, en base a radiadores de agua y a caldera eléctrica, también es una opción que muchos utilizan, pero que incluye un gasto medio/alto.

No podemos dejar afuera tampoco las formas de calefacción a través de la energía solar que de a poco se han ido incluyendo en el mercado. Un ejemplo de estos son los paneles que se instalan en el techo de los hogares, los cuales pueden calentar a través de radiadores con agua o simplemente a través de estufas eléctricas con la energía que recaudan.

En función de todo esto, aquí te recomendamos algunas acciones que puedes tomar, para este otoño e invierno, en temas de calefacción.

Aprovechar al máximo el sol

Una recomendación en el que la mayoría de expertos coincide es el de aprovechar los rayos de luz y calor del sol. Si tienes la suerte de tener una casa o departamento que reciba mucho sol durante el día, lo ideal es que, mientras puedas, tengas las cortinas abiertas para así calefaccionar tu hogar. Así lograrás utilizar la energía y el calor natural del sol de forma eficiente.

Una vez que el sol comienza a caer, puedes cerrar las cortinas para aislar el frío nocturno que comienza a penetrar desde afuera.

El aislamiento es la clave

Otro de los consejos claves que permiten una buena calefacción y el ahorro en gasto destinados a esta, es el correcto aislamiento térmico del hogar. ¿Qué significa esto? Siempre que puedas, lo recomendable es tener, por ejemplo, ventanas y puertas bien selladas que no permitan la fácil entrada del viento o el frío a las habitaciones. De ser posible, podrías invertir en este apartado lo que significará un ahorro a largo plazo.

Por otra parte, mantener las puertas de las piezas cerradas es una buena opción para guardar el calor en ellas y así evitar que entre el frío por otras partes del hogar.

No dejar de ventilar, pero hacerlo de forma inteligente

Una de las costumbres que puede ser importante es la ventilación del hogar. De no hacerlo, puede traer problemas como humedad, aparición de hongos y mantener bacterias y virus en el hogar, las cuales podrían ser eliminados a través de la correcta ventilación.

¿Qué es una buena ventilación? “Todos los días es necesario hacer como mínimo una renovación del aire abriendo las ventanas y evitando la condensación de aire en la vivienda”, indican desde el sitio web de salud Vivienda Saludable.

Además, es ideal “ventilar las habitaciones temprano en la mañana, para eliminar la humedad producida en la noche por la respiración, alrededor de 30 minutos”, explican.

Utilizar termómetro o termostato

En el caso de utilizar un sistema de calefacción central, lo más recomendable es que lo combines con el uso de un termostato, el cual te permitirá mantener la temperatura del hogar en el punto que tú desees.

En el caso contrario, puedes utilizar un termómetro de casa, ubicarlo en el living, y así estar midiendo el frío/calor del lugar para ver si es necesario utilizar calefacción. De esta forma, tendrás una medición de la temperatura y sabrás mejor cuándo aplicar tus medidas contra el frío.


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