5 razones, que probablemente no conocías, de por qué es bueno ir a la playa

Estás sentado en tu oficina, contando los días en el calendario para saber cuánto falta para por fin escaparte un tiempo a la playa y despreocuparte de tus obligaciones. De seguro que muchos han estado en esa situación, sin embargo los beneficios de la arena, mar y entorno que ofrece este tipo de ambientes tiene beneficios que muy pocos conocen.

El sitio español El País elaboró un listado, con el asesoramiento de especialistas, de 5 razones de por qué debieras ir a la playa durante tus vacaciones. Conócelas a continuación.

1- Nos ayuda a relajarnos y a dormir mejor: El relajo que logramos en una playa no se debe sólo a la tranquilidad que ofrece por tener menos contaminación visual y sonora que la ciudad, sino que además porque el entorno marino ayuda a disminuir los niveles de estrés.

Araceli Muela García, especialista en hidrología médica, explica: “la ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienza a disminuir los niveles de ansiedad”.

En la misma línea, sostiene que: “el ejercicio físico que se realiza durante la natación, favorece el enlentecimiento del ritmo cardíaco, una mejor oxigenación de los tejidos y mejora la circulación periférica, pero es que además el sol y el calor tienen efectos sedantes, por lo que tras un baño, la fatiga acumulada por el esfuerzo facilita la relajación y la inducción al sueño”.

2- Ayuda a nuestras articulaciones: Una buena idea es combinar la playa con ejercicios físicos.
Jesús J. Rojo, director del departamento de salud y rendimiento humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF), asegura que la libertad de ropa y el contacto del aire sobre la piel nos invita a pasear, y posiblemente esta sea la actividad más practicada, el paseo por la playa.

“Se mejora la propiocepción en las articulaciones del pie, rodilla y cadera, a la vez que regenera la piel de la planta del pie y, si vamos mojándonos las extremidades inferiores, refrigeramos el organismo, ya que desde la planta del pie se bombea la sangre hacia el corazón”, agregó el especialista.

3- Relajación muscular: Bañarnos en el mar tiene grandes beneficios para nuestra musculatura, de hecho, el golpeo de las olas en nuestro cuerpo ayuda a la relajación ya que actúa como masaje, según Jesús Rojo.

Pero además, como nuestro peso en el agua disminuye, “podemos mover rodillas y cadera con una carga menor, lo que beneficia la nutrición del cartílago, a la vez que no se le daña si estamos pasados de peso. También tendremos el beneficio provocado por mejorar el retorno venoso y realizar un buen drenaje linfático, todo ello debido a la mayor presión que hay a mayor profundidad”, agregó Rojo.

4- Brisa marina ayuda a nuestra respiración: La doctora Muela García sostiene que respirar esa brisa es muy saludable para nuestra salud, ya que actúa como una especie de “spray natural muy rico en yodo, perfecto para regular la glándula tiroides y por el grado de humedad, ayuda a la expulsión de moco.”

Pero además tiene otros beneficios, ya que agrega que el ritmo cardiaco se hace más lento y mejora la circulación periférica. “Aumenta la amplitud de los movimientos respiratorios, mejorando la ventilación pulmonar, aumenta la hemoglobina y hematíes y fijación de oxígeno. El aire marino, además, produce ozono de forma natural con propiedades bactericidas que también previene enfermedades respiratorias”, asevera García.

5- La química natural: El agua salada tiene una composición mucho más compleja que el agua dulce.

“Adquiere su característico sabor salado por la alta concentración de sales minerales que están disueltas, rica en cloruros, sodio, magnesio, calcio, potasio, yodo, etc.”, añade García.

Los minerales del agua salada tiene diferentes efectos sobre el organismo, como por ejemplo la acción antialérgica sobre la piel, la acción descontracturante muscular, relajación del sistema nervioso, entre otros.

“El agua del mar y los elementos que lo acompañan son ideales para conservar la salud integral por su repercusión general sobre el metabolismo y las funciones orgánicas y físicas”, indica la profesional.


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