El pasado 19 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una fecha destinada a crear consciencia sobre la desigualdad de oportunidades que enfrentan las mujeres en comparación con los hombres en el ámbito laboral, en especial aquellas que son microempresarias.
En esta ocasión, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) expresó su preocupación por la dificultad para superar la brecha de género, a la que se enfrentan muchas emprendedoras a nivel mundial.
Al respecto, Charleine Mbuyi-Lusamba, responsable técnica de Desarrollo de la iniciativa empresarial de la mujer (WED, por su sigla en inglés), expresó en el sitio web de la OIT que “esta desigualdad de género se observa en muchas partes del mundo, donde las mujeres están atrapadas en los niveles más bajos de la cadena de valor, o donde están concentradas en los sectores tradicionalmente femeninos, de bajos ingresos”.
En ese sentido, añadió que “el objetivo de nuestro equipo WED es ayudar a las mujeres a ‘agregar valor’ a las empresas que ya tienen en los sectores esenciales dominados por mujeres y estimularlas a aventurarse en sectores más productivos, con frecuencia orientados al crecimiento y dominados por los hombres”.
Para lograr aquello, han planteado un modelo, consistente en 5 pasos, que creen que son necesarios para lograr un poco más de igualdad de género en las empresas. Son los siguientes:
1- Identificar y evaluar los sectores donde las mujeres pueden establecer y desarrollar mejor sus empresas. Esto incluye los sectores donde ya tienen una presencia significativa y aquellos que tradicionalmente están dominados por hombres, a los cuales las mujeres pueden ser estimuladas a entrar.
2- Proporcionar apoyo empresarial personalizado, lo cual incluye formación empresarial, gestión de la continuidad de las actividades, desarrollo de las competencias sociales que respondan a las necesidades de las mujeres y de los hombres. Al trabajar con las organizaciones que prestan apoyo a las empresas locales, garantizamos que estos servicios sean sostenibles y disponibles aún después que los proyectos han finalizado.
3- Ayudar a las mujeres empresarias a acceder a los mercados, a través de la colaboración con el Gobierno y el sector privado a fin de promover políticas de contratación y de adquisiciones que beneficien e incluyan a las mujeres, ayuden a las emprendedoras a tener éxito en los procesos de licitación, las informen sobre los mercados y las apoyen en el cumplimiento de las normas y condiciones.
4- Facilitar el acceso a las finanzas, al informar a las emprendedoras de las diversas opciones de financiamiento, como las instituciones financieras tradicionales, y otros mecanismos menos convencionales, como los inversionistas de impacto.
5- Fortalecer la voz y la representación de las mujeres al crear redes de apoyo entre pares y facilitar su participación en las principales asociaciones y plataformas. El objetivo del desarrollo de las competencias transversales y el fortalecimiento de las redes es también el de estimular a las mujeres a ampliar sus actividades y entrar en los sectores dominados por los hombres.